Cerca de 700 especies se conservan en el Jardín Botánico de Guayaquil; una opción para hacer turismo de naturaleza

El canto de las aves se escucha armonioso y el eco se extiende por los árboles, muchos de ellos frondosos, altos, con flores, con frutos, con un verdor que llega al alma. Uno se siente agradecido por ese regalo de la naturaleza, por la conservación que hace el Jardín Botánico de Guayaquil, en este espacio ubicado dentro de la ciudad.

Este bosque protector se llama Cerro Colorado; abarca un área de 400 hectáreas y es administrado por el Jardín Botánico de Guayaquil, agrupación privada que mantiene una parte del total con áreas para visita de los turistas.

En los feriados y en el día a día, el Jardín Botánico de Guayaquil es una opción para disfrutar de la naturaleza, de la flora, algunas especies de aves y animales, un museo y otras áreas distribuidas en los 700 metros lineales de senderos. Un recorrido o paseo por el Jardín Botánico de Guayaquil toma dos horas, con caminata, fotos y, si se desea, puede tardar más si se disfruta de un picnic.

En una de las áreas del Jardín Botánico se aprecia animales y aves como el papagayo rojo y una variedad de loros.

Visitar el Jardín Botánico de Guayaquil como un espacio natural y de distracción está entre las opciones de los habitantes del puerto principal, por estar dentro de la ciudad, entrando por la ciudadela Las Orquideas, en el norte.

Arcadio Arosemena, director ejecutivo del Jardín Botánico, señala que el área verde tiene un sendero de 700 metros lineales y conserva aproximadamente 700 especies debidamente identificadas, entre ellas árboles maderables, frutales, plantas ornamentales, tropicales y exóticas, que se aprecian en su propio hábitat.

Comenta que los turistas tienen acceso y contacto con cada una de las especies. Una parte de los árboles tienen un identificador  con código QR. Al registrar dicho código en el celular se despliega toda la información de la especie.

Un paseo por este espacio de naturaleza se da por tres zonas con sus respectivas características:

• La primera sección cuenta con especies de plantas, adornos aborígenes en los senderos peatonales y una cascada que cae a una poza donde hay tilapias, pez de agua dulce. Esta sección finaliza en un auditorio con capacidad de 150 personas con la exposición de insectos, 50 especies de orquídeas y 60 mariposas amazónicas que se encuentran montadas dentro de un mural de lepidoptario. Con esas mariposas se forma el nombre Jardín Botánico de Guayaquil.
• La segunda fase es un trayecto por entre plantas de la costa como el maíz, banano, cacao, café, caña de azúcar, pomarrosa, fruta de pan y hasta cactus. Al final de este recorrido se aprecia una exposición de bonsáis que queda junto al mirador donde hay una cabaña bar donde se ofrecen refrigerios. Desde allí se aprecia una gran parte de Guayaquil, a la distancia.

• Entre los árboles que se agrupan en un tercer espacio están el pino que contrasta con las palmas que le siguen, entre ellas cocoteras, datileras, la africana, la real, la abanico y más.
• A los atractivos del Jardín Botánico de Guayaquil se suman 73 especies de aves, entre otros animales como armadillos, iguanas, monos, tortugas y aves
• También hay una zona de picnic con libre acceso y reencuentro con la naturaleza. Destacan además tres esculturas de autoría de Moncho Fernández: El 'huevo marciano´, un cactus y una pintoresca rana.