Haciendas turísticas, opción para vacacionar y escaparse de la rutina en los alrededores de Quito y otras ciudades

Dejaron de ser la residencia de los dueños de grandes extensiones de tierras agrícolas y ganaderas; hoy son haciendas turísticas y se han convertido en lugares llenos de historia, rodeadas de verdes montañas o volcanes.

En ellas se viven experiencias únicas y satisfactorias, en cualquier época del año. Al estar alejadas de la ciudad, brindan tranquilidad, sin ruido, y permiten disfrutar del agroturismo y ecoturismo.

Las haciendas turísticas en la actualidad se han convertido en la mejor opción frente a la inseguridad, que afecta especialmente a la Costa ecuatoriana y por lo que rige un estado de excepción con toque de queda en el país.

Esto se corroboró el feriado de Año nuevo, en donde turistas de varias zonas del país optaron por pasar en algunos sitios de la Sierra ecuatoriana. 

Raúl García, presidente de la Cámara de Turismo de Pichincha, señala que las hosterías y haciendas de  Quito, Cayambe, Ibarra y Otavalo estaban copadas. Los viajeros las eligen por la tranquilidad, clima y amabilidad.

Hacienda La Alegría se especializa en las vacaciones a caballo. La mayoría han sido criados en la granja. 

Ubicada a unos 45 minutos al sur de la ciudad histórica y colonial de Quito, la hacienda La Alegría es un sitio de relajación y cría de caballos y ganado de leche en medio de la majestuosidad de los Andes del Ecuador, en el valle de los nueve volcanes del cantón Mejía.

Su operación familiar con 90 años en la producción de leche y desde hace 15 años dedicados al turismo ecuestre, la ha convertido en la favorita de los amantes de la naturaleza. Quienes llegan al sitio lo hacen atraídos por las variedad de actividades recreativas como la lechería, taller de pintura, equitación y viajes a caballo por las montañas, bosques y  páramos.

Un paseo por la mañana sobre las aguas de la laguna de la hacienda Las Cuevas llena de energía a los turistas. 

Hospedarse dentro de una cueva llena de historia y mito, a pocos minutos de la ciudad, camino a Mulauco, Pifo, llama la atención de los turistas que gustan de una estadía con fina gastronomía, relajación y actividades en medio de la naturaleza andina. 

Disfrutar al máximo es el lema de la hacienda Las Cuevas, que ofrece caminatas por senderos dentro de la propiedad, paseos a caballo, paseos en bote, catas de queso y vino, catas de cerveza y chocolate, elaboración de velas en piedra, elaboración de quesos (por temporadas), visita a la plantación de rosas, fogata con marshmallows.

Los tours al volcán Guagua Pichincha, que salen en la madrugada, son la especialidad de la hacienda La Antigua. 

En las faldas del volcán Guagua Pichincha se encuentra la hacienda La Antigua, un sitio privilegiado a las afueras de la capital, que no solo brinda descanso y tranquilidad, sino una impresionante vista al coloso de roca y nieve.

La Antigua es una próspera hacienda ganadera que trabaja por conservar el valle de Lloa, Abrió sus puertas para ofrecer servicios de alojamiento, restaurante y recreación. La atención se basa en transmitir a los visitantes la vida en el campo, el disfrutar de los paisajes, los sonidos, los olores, un amanecer en sus 7 habitaciones o la satisfacción de alcanzar la cumbre del Guagua Pichincha.

Participar de los sembríos es una de las actividades en las que participan quienes visitan la hacienda. 

La hacienda colonial El Sinche, cuna de historia y tradición, se encuentra ubicada a 5 kilómetros del Valle de Machachi, en la vía al norte del Parque Nacional Cotopaxi.

Se trata de un sitio ideal para adentrarse en la naturaleza y el estilo de vida de hacienda, compartiendo junto al chagra todas las actividades cotidianas del campo y con la facilidad de que los huéspedes disfruten de una estadía confortable y llena de aventuras, con sus incomparables paisajes de los volcanes que la rodean.