POR: RICARDO CABEZAS-PASTO
El Carnaval de Negros y Blancos, una celebración emblemática de Pasto y del departamento fronterizo de Nariño, frente a Ecuador, ha sido declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Cada año brilla con sus impresionantes carrozas, convertidas en verdaderas obras de arte móvil que cautivan a miles de asistentes de Colombia y el mundo.
Pese a que la fiesta es en Pasto, a 85 kilómetros de Rumichaca, en la frontera con Ecuador, la repercusión es binacional. Los turistas colombianos y extranjeros no solo llegan a esa ciudad, sino que avanzan al santuario de Las Lajas e Ipiales, en suelo colombiano, y a Tulcán, para visitar el cementerio y otros sitios icónicos de Ecuador
Las carrozas son símbolo
La carroza 'Encanto', del maestro Edwin Fernando Ramos, ocupó el segundo lugar.
La espectacular carroza ‘La Vorágine’, del talentoso maestro Leonardo Zarama, se consagró como la ganadora de la edición del 2025, un imponente trabajo artístico que rinde homenaje a la icónica novela del escritor colombiano José Eustasio Rivera, y al destacado líder indígena del Putumayo, Querubín Queta Alvarado, quién falleció en 2024 a los 110 años.
La carroza, además de destacarse por su impactante diseño, exalta la riqueza cultural e histórica de Colombia, fusionando la literatura, el arte y la espiritualidad indígena. Los entendidos sostienen que estos carnavales quedarán grabados en la memoria de esta fiesta y marcarán un año especial para la tradición cultural de Pasto.
"El Carnaval de Negros y Blancos rompió récord en asistencia con la presencia de 200 mil turistas en este año. Entre el 2 y el 7 de enero, Pasto y Nariño, estuvieron de moda, registrando el más alto flujo turístico en la historia de los carnavales, superando la capacidad hotelera y servicios turísticos en Ipiales y en Tulcán y otras localidades de Ecuador.
Las carrozas son elaboradas por talentosos artesanos de Pasto, herederos de familias que por décadas se dedican durante todo el año a elaborar coloridas escenas de la cultura andina, la historia y las tradiciones locales. La inversión que realizan los creadores superan los 30 mil dolares. ‘La Vorágine’, ganadora del 2025, tuvo un costo de más de $35 mil.
Las carrozas reflejan el amor y la entrega de los artesanos. Cada estructura, construida con espuma, madera y pintura, representa escenas vibrantes de la identidad, costumbres y de la vida diaria de Nariño.
La elaboración requiere de un proceso meticuloso y costoso. Cada detalle es cuidadosamente trabajado para crear estructuras que no solo deslumbran por su estética, sino también por el mensaje cultural que transmiten.
El jurado calificador valora la originalidad, armonía cromática, calidad escultórica, movimientos mecánicos, y sincronización con la música.
Fiesta impacta los sentidos
Pasto, donde la gente se reúne para pintarse los rostros, lanzarse talco y avistar este espectáculo multicolor.
El 6 de enero se realiza el desfile magno en el que millares de asistentes se pintan la cara para representar la igualdad. En esta edición 2025 más de 100 comparsas, disfraces individuales y colectivos, carrozas motorizadas y no motorizadas, se tomaron las calles de esta capital, urbe con más 413 mil habitantes.
Está movilización cultural nació en el siglo XVI y es la celebración más grande del sur de Colombia. Es la fusión de múltiples culturas y expresiones de los Andes, la Amazonía y el Pacífico, ya que Pasto se encuentra en medio de estos territorios, es decir, en una zona privilegiada.
En el carnaval, que dura cinco días (2 al 7 de enero), se entremezclan colores, tradiciones, folklore, música andina y alegría, que hace emotiva esta esta fiesta patrimonial reconocida a nivel mundial. Uno de los objetivos es hablar de unidad y romper las diferencias étnicas y culturales.
Representaciones premiadas
La carrera 27, tradicional avenida de Pasto, donde la gente se reúne para ofrecer este espectáculo multicolor.
Más de 30 carrozas en diferentes categorías fascinaron a los más de 200 mil viajeros que coparon la infraestructura turística de Pasto, con reservas que se agotaron tres meses atrás. La fiesta aportó con público también al norte del territorio ecuatoriano.
La carroza triunfadora fue confeccionada por 36 artesanos, durante tres meses. Lleva en su parte frontal el rostro de un mono y critica la forma del hombre por destruir todo lo que encuentra a su paso.
El segundo lugar ocupo 'De vuelta al carnaval', del maestro José Alirio Obando, una alegoría al retorno de la fiesta grande a la normalidad, tras el COVID 19, que hizo que se suspendiera el carnaval durante la pandemia.
El tercer lugar fue para 'Vendedor de ilusiones, del maestro Carlos Alberto Mena, en el que se destaca un carruaje halado por Canserbero, un monstruo de tres cabezas de la mitología romana, que vende en su mensaje una ilusión causada por la ilusión. (I)