La aerolínea neerlandesa KLM Royal Dutch Airlines y la asociación comercial Electric Flying Connection (EFC) desarrollaron vuelos eléctricos de prueba en el prototipo Pipistrel Velis Electro, una nave con autonomía de vuelo de 50 minutos más de 10 de reserva.
Estas operaciones de prueba se dieron por primera vez el 28 y 29 de septiembre y fueron supervisadas por instructores de la E-Flight Academy.
Fueron 18 operaciones de entrenamiento que operaron entre el aeropuerto de Lelystad y Schiphol-Oost y ofrecieron una visión del sistema de logística de vuelos eléctricos en la búsqueda de un transporte aéreo más sostenible y los desafíos que presenta, según detalla KLM.
El evento ha permitido que KLM tenga una visión más clara acerca de incluir para el 2035 vuelos con aviones eléctricos que puedan transportar entre 50 y 100 personas con un alcance de 90 minutos. El mundo ganaría, tanto a nivel ejecutivo, de comercio y del turismo.
Dieciocho invitados tuvieron la oportunidad de experimentar en el primer vuelo de prueba en un avión eléctrico.
Jolanda Stevens, gerente de programa Aviación Cero Emisiones de KLM, señala que la iniciativa se da con el fin de brindar a todas las partes interesadas la oportunidad y facilidad de experimentar los vuelos eléctricos.
El aeropuerto de Schiphol fue un punto de partida, por ser la sede de KLM. También ha sido elegido Lelystad por su fácil acceso, con excelentes instalaciones de recarga, pistas de primera clase y un centro de control de tráfico aéreo en pleno funcionamiento.
“Nos complace que KLM se haya unido a nosotros para dar este paso, ya tenemos planes para futuras ediciones de estas actividades en todo el Benelux”, comentó Jurjen de Jong, presidente de EFC.
Logística y futuro sostenible
La iniciativa busca brindar a todas las partes interesadas la oportunidad de experimentar los vuelos eléctricos.
La gerenta de KLM destaca que los vuelos eléctricos también afectarán la gestión de los actuales vuelos.
De hecho, los aviones eléctricos tienen que recargarse, lo que lleva tiempo y se tendrá que cooperar en el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol y el Control de Tráfico Aéreo de los Países Bajos para garantizar que este tipo de vuelos no solo sean seguros, sino que también cuenten con el suministro de energía correcto.
Asimismo, pretenden impulsar una ruta a la aviación de cero emisiones como un elemento esencial para la estrategia climática.
KLM está haciendo lo posible para reducir las emisiones de CO2 con las medidas actualmente disponibles, que incluyen aumentar la producción y el uso de SAF (Combustible Sostenible de Aviación), reducir el consumo de combustible a través de la renovación de la flota y del ecopilotaje, mejorando la eficiencia operativa.
Se canaliza, además, la integración de los diferentes modos de transporte, como el ferrocarril aéreo. (I)