Ancón, la primera zona petrolera del Ecuador, hoy es imán para el turismo; hay naturaleza, leyendas, gastronomía

Naturaleza, aventura, descanso y diversión son parte de las opciones para el turismo en la parroquia San José de Ancón, del cantón Santa Elena, un destino de la franja sur de la provincia peninsular.

A partir del año 1920, con el boom petrolero, pasó de ser un pueblo desértico, a convertirse en la localidad con mayor transculturalidad en el Ecuador.

En la actualidad, es un destino predilecto para vacacionar o salir de la rutina en cualquier época del año. La cordialidad y trabajo de sus habitantes influyen para presentar a Ancón como un espacio íntegro para el turismo, con sus tradiciones, cultura, naturaleza y la habilidad para confeccionar artesanías de sus comunas.

Ancón nació, surgió y creció como el primer conglomerado dedicado a la explotación petrolera en Ecuador, a partir de la segunda década del siglo XX, lo que generó una economía boyante, así como una sociedad y cultura propias, con edificaciones de indudable interés patrimonial.

La historia reseña que Ancón tomó impulso en el año 1911, cuando el gobierno concesionó los terrenos de la zona peninsular a un  consorcio formado por capitales nacionales e ingleses para explotar petróleo.

Aquello generó un constante movimiento migratorio. Entre 1940 y 1950 Ancón cambió su imagen de campamento por la de una ciudad modelo, con casas pintadas todas de blanco y detalles verdes; jardines y parques bien cuidados, con servicios de agua desalinizada y energía eléctrica.

Además de ecuatorianos de todo el país, llegaron ingleses y establecieron una comunidad; asimismo la población negra llegó de Jamaica, Barbados y Trinidad y participó en la obra del tramo del ferrocarril Guayaquil-Santa Elena.

Disfrutar de una tarde bajo los rayos del sol, nadar en el mar y respirar del aire puro es un privilegio para quienes visitan la playa Acapulco, en Ancón, una de las más concurridas por el turismo regional. Tiene 2 kilómetros de extesión.

“Años atrás, Ancón fue territorio de ingleses que no permitían a los comuneros hacer uso de la playa. Ya con el retorno de ellos a su país, fueron los jóvenes de aquel entonces que tuvieron la iniciativa de disfrutar libremente del atractivo y hoy convertir a Ancón en un destino favorito para hacer turismo”, refiere Rodrigo Suárez, guía peninsular.

Esta playa de aguas calmas y cálidas junto a una flora generosa de algarrobo, cullulle, muyuyo, ceibo y otros más facilita el turismo de descanso, el ecoturismo y de deportes acuáticos en Ancón. También llegan familias en época de verano cuando la marea está baja y no hay peligro alguno.

En Ancón se practican deportes como el vuelo, pesca deportiva, esquí, surf y rockclimbing, pues cuenta con unas montañas de tierra ideales para escalar. Otros visitantes realizan ciclismo o participan en eventos deportivos como de automotores 4x4 o se reúnen para hacer fogatas. 

En Ancón se realizan  eventos deportivos como los torneos  4x4. La actividad atrae a miles de turistas. 

Ancón es un tesoro para el turismo. Sus habitantes ofrecen al visitantes rutas y excursiones para conocer de cerca la historia, leyendas, mitos y costumbres de esta localidad costera. Ana Gómez, una de las guías encargadas de realizar esta travesía, las detalla.

• Paseo de los nidos: Esta propuesta ofrece actividades de aviturismo en la comuna el Tambo, que cuenta con un lugar adecuado para el avistamiento de aves, en un callejón de bosque seco tropical, en cuyos árboles endémicos se encuentran una gran cantidad de nidos que pertenecen a distintas especies de aves. Por reactivarse.
• Ruta Copey: Su nombre se estableció porque es un recorrido que muestra la historia y lugares relacionados con el petróleo, antiguamente llamado Copey. Esta ruta consta de miradores naturales hacia los acantilados; el club Andes; el club Ancón, donde se dice habitaba una niña fantasma; y el cementerio inglés, que cuenta con árboles de guasango, que se deben golpear e insultar para que curen a los alérgicos que quedaron con la piel irritada por tocarlos.

En el circuito inglés, los visitantes conocen de cerca las viviendas que exhiben arquitectura con ‘look’ británico.

• Circuito Inglés: La parroquia Ancón tiene una historia petrolera, la que dejaron plasmada los ingleses.
• El circuito que está activo recorre el Pozo #001, playa Acapulco, Balancín, donde se explica de que manera se extrae petróleo, mirador Acapulco, barrio Inglés, club Unión, club Andes, iglesia San José, canchones, barrio Guayaquil y cementerio inglés.
• Hay otros tres, en pausa ahora, en la comunidad Prosperidad, ideal para pasear en bicicleta. Se visita el cerro El Pelado, un sitio donde años atrás las mujeres hacían el ritual de protección de los tintines. Allí se observan venados, lagartijas y zorros.
• Otro de los puntos de visita es el cerro de Los Cuatro, en donde hay variedad de especies de árboles como el cascol, guasango, algarrobo, palo santo, cactus, bototillo, algodón de montaña y muyuyo.
• Sendero de los Tintín: Se realiza en la comuna Prosperidad. Hay una serie de mitos y leyendas sobre la aparición del duende llamado Tintín, personaje que tendría unos 30 o 40 centímetros con orejas anchas y puntiagudas. A la fecha está inactivo.