El Buijo Histórico es como un lunar, un punto rural en medio de la modernidad de Samborondón, en La Puntilla. Pero es un remanso de tranquilidad, con casas, en su mayoría, de uno o dos pisos, que tienen árboles y plantas en los patios. Está a orillas del río Babahoyo, cuya brisa reanima el alma y su cauce obsequia un paisaje relajante.
Al Buijo Histórico se ingresa desde una avenida de seis carriles, adecentada con árboles y palmeras y en cuyos costados se asientan centros comerciales y urbanizaciones exclusivas. Es el acceso a Ciudad Celeste, desde la avenida Samborondón. El poblado pertenece a la parroquia La Puntilla de Samborondón, donde están las residencias de los pudientes, de políticos y famosos.
Murales coloridos
En Buijo Histórico residen aquellas familias que décadas atrás bregaron en la ruralidad, sin vía de acceso, sin luz ni otros servicios básicos. Sin embargo, hoy, ya con todos los servicios, este poblado se ha sido convertido, desde mayo de 2022 en un punto turístico, en un lugar que hay que conocer, al que van decenas de familias.
Una de las calles de ingreso al malecón es la de los globos aerostáticos en miniatura. Estos cuelgan en el aire y son el cuadro perfecto para posar para las fotografías. Al finalizar hay un mural en 3D de una casa de ladrillo, de dos plantas, donde una niña extiende la mano desde la ventana, como para que los andantes se la tomen.
Este es uno de los ocho murales con motivos diversos pintados en las paredes de las casas o en los cerramientos, Uno tiene fija una bicicleta antigua y en la parte de atrás un camino que viene desde un bosque, La fotografía deja ver al ciclista saliendo de allí.
Hay cuadros pintados con motivos como la fábrica de cerveza, globos que se elevan al cielo, logotipos y más. Aquellos murales y otras obras como un pista de skate, los hizo el Municipio, como parte de un plan para volverlo turístico al Buijo Histórico.
La calzada de algunas calles también han sido pintadas con diversos motivos, como la de la casa de los globos que tiene unas huellas para ir saltando de una a otra. Niños y adultos se divierten dando saltos en esos espacios. Pero esta tiene una historia no tan alegre, como ya se lo contamos más adelante.
Las ferias semanales
María Matamoros, de 85 años, relata que su terruño “era un pueblito sin camino; ahora estamos viviendo más decentes, está bonito”. Por eso, María Inés Basurini, otra habitante, dice que es un pueblo de paz, las casas permanecen con sus puertas abiertas y con el adecentamiento también se dio espacio a las ferias de emprendimientos, organizadas de forma intercalada por el Municipio de Samborondón y la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UESS).
El Malecón del Buijo Histórico es de unos 300 metros de largo. Tiene áreas de paseo, camineras, juegos infantiles, un bar y restaurante. También hay un espacio donde se desarrollan todo tipo de actos, frente al monumento de Simón Bolívar. Allí se desarrollan las ferias, los domingos, durante determinadas épocas del año.
Desgaste por el tiempo
Una familia de casi diez miembros se toma fotos en un extremo de la calle de los globos, donde está la bicicleta y el cuadro de fondo. Es el último fin de semana de febrero de 2024 y, en ese sector, el colorido de 2022 se ha desgastado, tanto en los globos, en el piso, en los murales.
Y ese desgaste se ve en los otros sectores. Hay una evidente falta de mantenimiento. El sector más afectado es el de la calle de la casa de los globos. Es aquella donde la calzada se pinto de azul con unas grandes huellas de pies, de color blanco, donde niños y adultos saltaban.
Los residentes del sector dicen que por allí pasan los carros pesados que llevan materiales a un proyecto urbanístico ubicado a unos 200 metros y esa calle no tiene asfalto, en partes; en otras el piso negro se ve resquebrajado.
Pese a ellos, los visitantes siguen llegando, aunque no van muy satisfechos. A donde sí no llegan es a la calle de las huellas en la calzada, que ya no están. (I)