Llegaron a Quito el sábado 16 de julio. Han recorrido su Centro Histórico; han estado en las faldas del volcán Cotopaxi y compartido con una líder indígena de Otavalo, además de visitar la laguna de Cuicocha. Los 19 estudiantes españoles que participan de la tercera edición del programa Las Musas a un paso de la Amazonía están maravillados de los paisajes, de la gente, de las montañas, de todo lo que tiene el Ecuador.
El grupo está liderado por el docente David Jímenez, quien vivió dos años en Ecuador en 2015 y al regresar al Instituto Educativo Las Musas, en Madrid, fomentó las visitas estudiantiles al país. Estarán hasta el sábado 23 y el último tramo lo viven en la Amazonia, en Napo.
Tres de sus integrantes narran a TURISEC una pequeña parte de sus vivencias.
Nos ha sorprendido que la gente es capaz de vivir tranquila, aún a sabiendas de que están rodeados por una gran cantidad de volcanes activos alrededor de Quito.
Llama la atención que los nombres de los volcanes se ven representados por la historia tradicional de Ecuador; haciendo también referencia a diferentes culturas y sucesos.
Para prepararnos para el ascenso al refugio José Rivas, en el Cotopaxi, nos ofrecieron una infusión de hojas de coca, la cual nos llenó de energía durante todo el ascenso, nos ayudó a adaptarnos a la altitud y, sobre todo, conectar con el volcán".
Tuvimos la oportunidad de conocer a una mujer de la comunidad indígena kichwa caranqui, Olguita, que nos abrió su corazón y nos mostró las entrañas de la cultura ecuatoriana indígena, con su sabiduría y su hospitalidad.
Visitamos con Olguita la laguna de Cuicocha, finalizamos el trayecto con un ritual típico, el cual nos permitió conocer lo conectados que están su cultura y religión con la madre naturaleza, y cómo la energía que esta transmite puede influir en nosotros mismos.
También visitamos el mercado de Otavalo (Imbabura), en el que pudimos adentrarnos en el día a día de las personas que nos rodeaban y experimentar nuevos sabores tropicales a través de frutas y platos típicos como el cevichocho y el zumo de guanábana".
En cuanto a los animales más característicos de Ecuador, el que más nos sorprendió fue el cuy, al descubrir sus múltiples propiedades. Su uso como herramienta de diagnóstico en el campo de la medicina tradicional, su capacidad de detectar las energías negativas y que sirve como alimento típico en los días festivos.
El cóndor, vigilante de los cielos y las cimas más altas de Quito, nos sorprendió, ya que a pesar de su gran importancia a nivel nacional está en peligro de extinción ya que hasta hace poco se creía que este atacaba a otros animales de la zona y por ello era objetivo de caza furtiva. Sin embargo, hoy en día se sabe que es carroñero y es considerado un animal protegido ya que sólo es capaz de incubar un huevo al año.
En el río Amazonas se encuentra el animal más temido hasta para las propias tribus indígenas, el candirú, mejor conocido como el pez vampiro. Este es capaz de introducirse en la uretra tanto de hombres como mujeres y por ello las tribus más salvajes han desarrollado una técnica para su defensa, el uso de una cuerda atada a la cintura protegiendo la entrada a sus genitales.
Todas estas experiencias no han llegado a su fin, ya que nos quedan muchas por vivir en la zona Amazónica. Quién sabe cuántas aventuras nos brindará el corazón más puro de Ecuador".
Los estudiantes visitaron varios lugares turísticos de Quito como el Centro Histórico, museos, Mitad del Mundo, y otros.
