Ing. Santiago Jiménez García. Empresario turístico

El origen del problema

La pandemia no fue el punto de partida del declive del sector turístico en Ecuador, si tenemos que señalar un momento más acercado sería a partir de las manifestaciones en octubre 2019 (Gobierno de Lenin Moreno), las que produjeron una lesión al turismo interno, es decir los ecuatorianos ya no viajaban en el territorio nacional, a renglón seguido los ecos de una pandemia en diciembre del mismo año hicieron que los turistas extranjeros ya no viajen, luego el mundo empezó a confinarse y hasta llegar a marzo 15 del 2020 fuimos a cuarentena por mandato gubernamental la que frenó a raya la economía mundial.

El encierro duró setenta días, en el transcurso muchas vidas se perdieron, el desempleo subió, falta de dinero, negocios cerrados, eran las noticias del día a día. Fue hasta el 25 de mayo del 2020 que empezamos a salir a laborar con muchas restricciones, sin tener un norte y obligados a asimilar una nueva normalidad muy difícil de entender y así a empujones teníamos que adjuntarla a nuestra vida.

La industria turística del Ecuador había ganado mucho terreno en varias modalidades que el sector ofrece, lamentablemente todo lo conseguido desapareció, la pandemia arrasó con todo el engranaje paralizándola, las ventas bajaron a cero y empezaron a inflarse los pasivos, es decir que a pesar de que no haya ventas las cuentas por pagar siguen estando presentes, los mantenimientos continúan, a los trabajadores hay que seguir pagándoles, y es cuando empiezan a tomarse las decisiones drásticas para reducir costos y tratar de salvar lo que queda.

La ilusión por la reactivación

Guillermo Lasso ganó las elecciones presidenciales en el 2021 y todos esperábamos desesperados y como última esperanza que la reactivación económica se produzca pronto en su gobierno.

La campaña de vacunación fue un éxito, y este era el gran inicio para la reactivación, todos los medios empezaron con: -Sin vacunación no hay reactivación-, logrando así una concientización en todo el pueblo ecuatoriano.

Sin embargo, la reactivación solo fue una entelequia. Nuevas variantes, pésimas decisiones, disturbios, violencia, inseguridad, hacían que cada progreso regrese a su punto de partida todo esto acompañado de un marketing dañino generado por todo tipo de medios e incluso los ciudadanos que viralizan todo tipo de contenido crónico causando temor a la población para que no salga de sus hogares (si no salen, no hay ventas), y ¿Cómo ir si van a robar?

Ha pasado un poco más de dos años y la reactivación apenas se siente. Muchas empresas y negocios involucrados con el turismo cerraron por bancarrota, las que sobreviven están a punto de quebrar y otras apenas se sostienen. El apoyo de los gobiernos de turno son solo intentos a destiempo, fallidos y mal direccionados y con muy pocos aciertos, haciendo que la certeza de trabajar con proyección se vuelva una utopía.

Hoy: Lo más cierto es lo incierto

El sector turístico es frágil, todo lo que ha ocasionado este tumulto de adversidades es que sea el primero en caer, y será el último en levantarse.

El llamado a la unidad retumba en todos los rincones haciendo ecos interminables, las entidades públicas deben ir de la mano con las privadas, tomar decisiones sin hacer los análisis respectivos en conjunto nos enviará al punto de partida otra vez, creando un ciclo vicioso.

No se puede invertir ni siquiera a corto plazo, por el temor de que nuevamente algo suceda, es decir no hay certidumbre por ende los empresarios no arriesgan, lo que conlleva a que no haya dinamización en la economía, no se genera empleo y seguimos estancados.

La inseguridad que atravesamos es lo que más afecta al turismo y no es para menos, todos tenemos temor. Si no tenemos un destino seguro como pretendemos esperar que se reactive el sector.

La supervivencia del más astuto

la incursión acelerada a la transformación digital es una de las cosas que dejó la pandemia, un gran recurso que aún no se lo domina, ha sido muy vital y formó parte de la solución para que algunas empresas que migraron sobrevivan aún y dio paso para que todos los que perdieron tengan una nueva oportunidad de seguir en el ruedo en modo emprendedor.

Se imaginan un restaurante sin deliverys, un colegio sin salas virtuales, una empresa sin teletrabajo, y aquellas que por suerte lo lograron, pero hay empresas que no lograron migrar al mundo digital, seguramente hoy ya no existen.

Dentro del turismo existen muchos negocios involucrados a esta labor entre ellos Los hoteles. Muchos sitios de hospedajes tuvieron que cerrar sus puertas, la ocupación sigue baja, y aunque se siente una reactivación muy leve, los problemas que arrastramos siguen pesando en nuestros hombros.

Desde mi enfoque, las soluciones para levantar al sector tienen que ir en paralelo iniciando por:

  • Crédito directo a todo el sector con una tasa de interés por debajo del 3% y a 30 años.

  • Remodelación, mantenimiento de todos los negocios involucrados; de qué sirve promocionar al país si no tenemos cómo recibir a nuestros visitantes. Se llevarán una mala impresión. Y sin dinero no se puede remodelar.

  • Capacitación para todos sobre transformación digital empresarial.

  • Promoción de destinos por parte del sector privado.

  • Promoción de la Marca País por parte del gobierno.

  • Campañas de concientización a la no viralización de contenido que produzca temor en la ciudadanía.

  • Que todos los ecuatorianos promocionemos a nuestro país usando las redes sociales.

  • Y sobre todo que la seguridad prime en todo el Ecuador.

    Esto solo lo logramos juntos.

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