Sopa de lentejas, moros, ensalada de lenteja, chancho hornado con mote y agridulce, tortillas de plátano verde, caldo y seco de gallina criolla, llapingacho, caldo de 31 (viseras de chancho), papipollo, caldo de mondongo (cabeza) de borrego. La gastronomía de Alausí tiene un menú variado y es la carta que atrae a los turistas a esta población que, entre otros, tiene el título de Pueblo Mágico del Ecuador.
Para saborear estas exquisiteces en Alausí hay restaurantes tipo gourmet y tradicionales, está el patio de comidas del mercado cantonal y también algunos rincones populares. Es una gastronomía rica, a la que se debe sumar la producción de un rico pan y dulces.
Lorena Cortez, propietaria del restaurante El Mesón del Tren, da la bienvenida y atiende a los turistas.
La lenteja como símbolo
Lorena Cortez es propietaria del restaurante El Mesón del Tren, donde atiende a turistas nacionales y extranjeros, a grupos que los traían las agencias operadoras de turismo. A su local, con adornos relacionados al tren y una arquitectura conservadora, han llegado personajes de la política, del deporte, del cine, como Will Smith.
Hoy dice estar preocupada porque desde la pandemia y a raíz de la suspensión de operaciones del tren, el movimiento bajó. Luego, con el desastre del 26 de marzo, todo se fue a pique.
Pero desea levantarse. Dice que la gastronomía de Alausí es rica y diversa y puede ser uno de los ejes para la reactivación económica. Por eso se ha propuesto convertir a la lenteja en el símbolo de la comida alauseña.
"Nos tenemos que levantar con o sin ayuda de mucha gente del gobierno, tenemos que hacer algo por mi pueblo, tenemos que hacer algo por nuestros hijos y por la gente que vive aquí. Por algo tenemos que empezar, debemos dar la vuelta a la página y empezar de nuevo, ofreciendo nuestros servicios, lo que nosotros tenemos, nuestra diversidad de comida”, dice Cortez.
En su restaurante ofrece una exquisita y espesa sopa de lenteja; moros con pollo o carne y una ensalada también hecha con lentejas y servida al estilo gourmet. Destaca que en la zona se produce la lenteja que es de un grano más pequeño que aquel que se vende en los supermercados a nivel del país, pero al cocinar el grano de Alausí engrosa y tiene un sabor diferente, exquisito.
Los sabores tradicionales
El caldo de gallina es uno de los platos de alta demanda en los puestos de venta del mercado municipal de Alausí.
Pese a las adversidades, en el patio de comidas del mercado de Alausí hay optimismo y fe de reactivación. Al menos tres de las vendedoras han perdido a sus casas y familias en el deslave. Otras tienen parientes o amigos que se han quedado en la calle y con pérdidas humanas, pero siguen preparando ricos platos tradicionales.
Lucrecia Ulloa es dirigente de los comerciantes de comida del mercado. Dice que es una de las afectadas por el deslave pero expresa su firme decisión de seguir ofreciendo caldos de gallina, caldo de 31 (vísceras de chancho), caldo de pata.
“Queremos que vengan, que nos acompañen ya que estamos pasando por una situación muy crítica, pero tenemos que salir adelante, tenemos el deseo de dar todo de nosotros”, afirma.
Natividad Cuadrado es otra vendedora e invita para “compartir una sopita”.
En otro puesto, donde hay un chancho hornado con su cabeza visible que parece sonreír, está Bertha Arcos Fuertes. “Ofrezco hornadito, papitas con menudo, colitas de todo aquí. Que vengan los ecuatorianos y nos visiten, el mercado es aseado, vendemos productos frescos y revisados por la sanidad”, reitera.
Fabián Garcés, administrador del mercado, destaca que Alausí sí es un sitio para visitar, pese a los desastres. Hay mucho que ofrecer, de una u otra forma se puede llegar y daremos lo mejor, destaca. El costo de los platos no supera los 3 dólares en el patio de comidas.
Sabor guatemalteco
En el restaurante Tikal se ofrecen platos con sazón guatemalteca pero con ingredientes de Alausí.
A una cuadra de la estación del tren está el restaurante Tikal, cuya propietaria es María Espinoza, de origen guatemalteco. Ella dice que su especialidad es atender bien al cliente para que vaya contento.
Destaca que ofrece alimentación saludable, con carnes y otros productos locales, una especie de fusión entre el sabor de su país y el tradicional de Ecuador.
Ella añora el funcionamiento del tren. “Teníamos turistas de infinidad de países, era un orgullo. A raíz de la pandemia el tren dejó de funcionar y las autoridades perdieron el interés y no lo rehabilitan hasta hoy. Llama a seguir peleando porque el tren se reactive y volver a tener grupos de turistas durante toda la semana. (I)