La selva amazónica ecuatoriana está llena de lugares encantadores y un clima tropical único. Uno de estos es el cantón Yantzaza, conocido como Valle de las Luciérnagas, sitio que gracias al trabajo y dedicación de su gente es considerado como el principal centro turístico y económico de Zamora Chinchipe.
El Valle de las Luciérnagas está atravesado por las cálidas aguas del rio Zamora. Sus atractivos naturales y culturales impresionan y llaman a sumergirse en la frondosa montaña.
Martín Jiménez, alcalde del cantón, dice que este es un pueblo acogedor de origen milenario. “Aquí convergen varias culturas entre una de las más principales la nacionalidad Shuar que han estado asentados durante cientos de años”, refiere.
Jiménez afirma que su nombre proviene de las palabras shuar “yantsa” (luciérnaga) y “entsa” (quebrada o río) que radica indudablemente en la exuberante naturaleza que la rodea. Se puede encontrar en los alrededores especies de flora como guayacán, pituca, yumbingue, almendro, laurel, romerillo, cedro y numerosos árboles frutales en estado silvestre. En cuanto a fauna, existen especies como tigres, dantas, venados, armadillos, entre otros.
Circuito de los Guayacanes
En la cascada La Luna locales y extranjeros posan a lo largo del puente, allí se obtienen impresionantes fotografías.
Luego de un corto recorrido desde Yantzaza se llega hasta El Salado, en la parroquia Chicaña, donde una puerta rústica recibe a los viajeros en el centro turístico “Allishamushka” de los Guayacanes. Allí se percibe el murmullo de la vegetación y el trinar de las aves y se halla una impotente cascada de nombre Luna con un salto de agua de más de 20 metros de altura.
María Ajilla, originaria de la zona, comenta que dicha cascada tiene su propia leyenda. En las noches de luna llena sobresale de sus aguas una hermosa y encantadora mujer que cautiva el espíritu de quienes la visitan.
Ajilla asegura que existen más espacios turísticos como la cascada Corazonada. Su nombre se debe a la forma de corazón de la laguna. “Senderos, ríos y cascadas hacen que nacionales y extranjeros tengan un contacto sin precedentes con la naturaleza, vengan, disfruten”, agrega
En al zona también hay una enorme roca con caída de agua llamada Tobogán, por su peculiar forma. Matilde Morales, guía, afirma que este lugar es ideal para la práctica de deportes extremos como el canoping, cuya ejecución se puede hacer por precios que oscilan entre los $ 10 y $ 15.
En Los Balcones los turistas tienen contacto directo con la flora y fauna característica de la amazonía ecuatoriana.
Morales indica que además están Los Balcones, unas fascinantes formaciones rocosas que cuelgan de lo alto de la montaña. Desde sus entrañas surgen vertientes de aguas limpias para beber y vivir en armonía con la naturaleza.
Sostiene que a pocos metros yace una imponente boca de túnel donde su forma conduce hasta el circuito de las Cuevas conformado por paredes estalagmitas, estalactitas y ocultas reliquias rocosas que dan cabida a familias de murciélagos que revolotean en medio de la oscuridad.
Circuito del Duende
La cascada la Pileta es uno de los atractivos más exuberantes que tiene el circuito Del Duende.
En Yantzaza, el Valle de las Luciérnagas, los turisas se adentran al circuito del Duende, un sendero conformado por numerosos encantos naturales y rodeado de misterio. Su nombre se debe a que por esa ruta transita un duende. Alejandro Chuquimarca, lugareño, explica que en el trayecto hay una piedra en forma de mano. “Este circuito es un espectacular abanico de cascadas como Arcoíris, Yacuzi Natural, La Pileta, Encañonados y la Guarida del Águila, que según se dice vuela por el lugar. Pareciera un recorrido sin fin, pues su riqueza hibrida y las esferas rocosas dan vida y purifican todo el ambiente”, sostiene Chuquimarca.
La selva tiene más atractivos como La Misteriosa, una cascada, que irrumpe por su grandeza. Jorge Chica, guía de turismo, afirma que su nombre viene de una leyenda que data desde hace más de un siglo: “Cierto día salió un grupo de la nacionalidad Shuar a pescar con barbasco y cuando comenzaron a recoger los pescados de forma repentina se abalanzó una crecentada sobre ellos, cuentan que se salvaron de milagro, de ahí su nombre”.
Chica indica que aventurarse en este sitio de vida es asombroso. Cada caída de agua representa un diseño único e historias diferentes. Allí también se destaca el Baño del Hombre Shuar, espejos de agua sobre grandes rocas.
El Laberinto está compuesta por tres cavernas que van en diferentes direcciones en su interior hay figuras de animales.
Chica dice que Yantzaza, el Valle de las Luciérnagas, posee enigmas ocultos disponibles en las cuevas, un circuito que contiene una serie de cavernas formadas hace miles de años con profundidades que varían y en donde la luz de las linternas permite visualizar las obras de la naturaleza, nidos, esculturas, vertientes que corren entre una serie de caminos angostos y anchos.
Añade que otro atractivo está en la parroquia Los Encuentro. A su ingreso, en la zona boscosa, un sendero dirige a los turistas hasta la cascada Reina del Cisne, un cañón de agua que burla las rocas con una caída que sobrepasa los 50 metros de altura. En este lugar, dos imponentes ríos se unen en un valle encantado: el Zamora y el Nangaritza que dan origen a otra parada turística. (I)
Galería de atractivos
Artesanías
Los shuar convierten las semillas de la achira, zapote, guaba y otras frutas en collares, manillas, aretes y cinturones.
En la parroquia Nankais está centro Shuar, que conserva sus costumbres de vivienda, vestimenta y convivencia. Nancy Paqui, artesana, considera que “hay que tener una habilidad innata para crear chales, bufandas, alfombras, ponchos y bolsos”. Ella cree que estas prendas son las más sobresalientes de Yantzaza o el Valle de las Luciérnagas y aquellas son elaboradas con el objeto de satisfacer el gusto de los visitantes. Los precios de los diversos artículos van desde $15 hasta $ 25.
Licorería de Yantzaza
Es un producto obtenido, mediante la molienda de semillas de cacao previamente descascaradas y tostadas.
En Yatzaza, el Valle de las Luciérnagas, las destiladoras de finos licores artesanales tienen particular atención. Jorge Álvarez, productor artesanal, da cuenta del proceso que sigue, de la diversidad de sabores y el valor estimulante y tradicional que tienen estas bebidas. “Licores con sabor y aroma a cacao, caña de azúcar y guaba son mi especialidad, los precios van desde $ 15 hasta $ 18, según el tamaño del envase y sabor que desee”, destaca.
Dulces
El dulce de panela es una especie de caramelo que es base de muchos postres y dulces tradicionales.
El sabor del dulce tiene su propia ruta como la es la de las moliendas, este recorrido en la parte alta de Paie se conforma para una gran variedad de trapiches que en conjunto otorgan el valor turístico que destila en el lugar. Allí Carmen Icaza, artesana disfruta con la obtención de miel, panela granulada y en bloque pero si se trata de disfrutar el sabor del cacao y sus derivados nada mejor que llevar el chocolate del Valle de Yantzaza.
Platos típicos en el valle
El envuelto de los shuar es unos de los platos típicos de la amazonía y uno de los más deleitados por los turistas.
En la parroquia Chicaña, en las calles de San Vicente de Caney se mezclan las habilidades y tradiciones del pueblo Kichwa Saraguro. Gracias al turismo comunitario, locales y extranjeros se deleitan de los más coloridos balcones y jardines floridos del sector.
Allí también sobresalen los platos tradicionales de la comunidad Shuar. La chicha de yuca, los chontacuros y el ayampaco son algunos de los más solicitados por los comensales. “El ayampaco viene envuelto en hojas de bijao y se lo cocina a brasa, no tiene contacto directo con la candela, más bien se lo cocina con el mismo vapor o jugo que bota la tilapia y tiene un costo estándar de $ 6”, menciona Hilda Celi, comerciante gastronómica.
Distancias a Yantzaza
- Desde Guayaquil se toma la ruta Machala-Arenillas-Loja-Zamora-Yantzaza, con un tiempo de 9 horas.
- También se puede tomar la ruta que va por Cuenca hacia Loja y seguir el recorrido.
- Desde Quito se puede dirigir por la Panamericana, por Riobamba hacia Cuenca y seguir la ruta a Loja. También hay vuelos hasta Loja y es posible rentar un vehículo.