En Ecuador hay buenos ejemplos de turismo sostenible, como el caso de Maquipucuna, en el nororiente de Quito, que cuida el bosque del Chocó andino.

Recordar cosas elementales de convivencia y respeto a uno mismo y al otro es la clave para que el turismo funcione mejor. Si quieres reggaetón, farra loca y alcohol, no vas a un área protegida natural o cultural... No llevas parlantes ni mascotas al bosque o al sitio arqueológico...

Estas son parte de las reflexiones que hace la experta Mónica Burbano, a quien le pedimos que opine sobre aspectos relacionados a la importancia del turismo en el cuidado del medio ambiente, sus efectos positivos y negativos.

La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 5 de junio como el Día Mundial del Medio Ambiente y se lo celebra desde 1973. El fin es resaltar que la protección y la salud del medio ambiente son cuestiones fundamentales. Además, busca motivar a individuos, empresas y comunidades a convertirse en agentes activos del desarrollo sustentable y equitativo.

En esta nota destacamos las respuestas y el análisis que hace sobre el tema nuestra invitada.

Aporte del turismo al ambiente

"El turismo, bien planificado y manejado, es una gran herramienta para lograr la conservación de la naturaleza. Como toda actividad humana, si no se realiza con cuidado, respeto al entorno y a las personas y con límites, podría ser perjudicial no sólo para el ambiente sino para las comunidades locales.

Si no se organiza, controla y ordena el turismo, se pueden destruir los atractivos y sus entornos, resultando esto en pérdida del patrimonio natural y cultural de un país. Estas pérdidas no son sólo físicas (de bosques, especies de flora y fauna, vestigios arqueológicos, monumentos, construcciones...) sino de los flujos de divisas y oportunidades de desarrollo ligados a estos recursos y atractivos.

Es clave el turismo sostenible 

El turismo sostenible, por definición, es la forma responsable y consciente de desarrollar esta actividad. Busca conservar los recursos naturales para las generaciones futuras, respetar a las personas y comunidades, mejorar sus medios de vida, y generar beneficios económicos y sociales a la población.

Estos beneficios pueden o deben ser de doble vía: a los anfitriones (empleo justo, servicios básicos, educación, salud, infraestructura) y a los visitantes (experiencias seguras, enriquecedoras, educativas, transformadoras). Adicionalmente, mejora la autopercepción del lugar, brinda oportunidades de movilidad social, intercambio.

Hay muchos buenos ejemplos. Hay desde cruceros de lujo en Galápagos (donde nació el ecoturismo) que tienen operaciones impecables, con todos los estándares que  menciono, ecohoteles en la Costa, haciendas en Los Andes, lodges espectaculares en las estribaciones, todos enfocados en la observación de vida silvestre, reservas privadas y proyectos de turismo comunitario.

Podría dar nombres de mis favoritos, pero talvés dejaría fuera a muchas iniciativas maravillosas que tiene el país. Aquí sí sabemos hacer las cosas bien, en muchísimos campos somos buenos ejemplos a nivel mundial. Lo que pasa es que a veces lo malo "vende más" y eclipsa lo bueno, que además se cuenta poco o no se cuenta.

Por un ecoturismo consciente 

    Cito algunos aspectos a ser considerados para desarrollar un ecoturismo consciente y sostenible:

    • Tomar consciencia de dónde vivimos y de lo que somos, un lugar maravilloso, único en el mundo, con una diversidad natural y cultural muy rica, con una ubicación privilegiada en el planeta, con un clima y temporal relativamente estable todo el año, dueños del primer patrimonio natural de la humanidad (Galápagos), dueños del primer Patrimonio Cultural de la Humanidad (Quito), con decenas de reconocimientos y declaratorias internacionales por nuestra unicidad y gestión.
    • Tener sentido común, si quieres sexo, drogas y reggaetón, farra loca y alcohol, no vas a un área protegida natural o cultural, vas a una discoteca o algo que se le parezca. No llevas parlantes ni mascotas al bosque o al sitio arqueológico. No llevas montones de plástico y basura y la dejas en cualquier lugar, te la llevas contigo como persona racional que eres. Nadie necesita que escribas en los árboles o en las paredes que estuviste ahí, peor aún que hagas pipí y popó al aire libre.
    • Creo que recordar cosas elementales de convivencia y respeto a uno mismo y al otro es la clave para que el turismo funcione mejor.
    • Conducir con precaución cuando sales de viaje, para pasar lindo y no tener desgracias que lamentar". (O)

    Invitada: Msc. Mónica Burbano

    el turismo y el medio ambiente
    • Licenciada en Turismo con mención en Ecoturismo, Ecuador.
    • Posgrado en Tourism Destination Management, Bélgica.
    • Posgrado en Proyectos de Turismo Rural, Israel.
    • Especialista en turismo y ambiente.
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