Glamping Cacagual, comodidad entre los árboles; sirve con un balneario de río, restaurante, canchas y más áreas

Tres mazorcas rojizas cuelgan de un árbol de cacao. A cinco metros y en medio de más árboles de cacao, plátano y otros productos tropicales, resalta una cabaña de madera tipo canadiense. Tiene un minibalcón, una habitación con cama de dos plazas y media, dos veladores y al fondo un baño. Es una de las tres cabañas del Glamping y balneario Cacagual, ubicado a 5 kilómetros del centro de La Maná, cantón tropical de Cotopaxi.

Las tres cabañas están unidas por senderos señalizados, con piedrilla en la calzada y con mecheros para iluminación nocturna. Desde el balcón de la cabaña tipo canadiense se escucha el canto de los pájaros y, distante, el sonido de un Dj con música alegre. Se ve también, a unos 30 metros, el río Cacagual con sus refrescantes y claras aguas y, a sus costados, diversas adecuaciones para el descanso y diversión de los turistas.

Teresa Romero Angueta, la propietaria, detalla que Glamping Cacagual está disponible los siete días de la semana con los servicios del balneario, restaurante y hospedaje, tanto con sus tres cabañas de glamping y un área para instalar carpas y hacer camping.

El balneario aprovecha el río Cacagual, cuyas aguas claras corren durante todo el año. En invierno, solo cuando hay lluvias fuertes aguas arriba, el afluente crece y se enturbia, pero por pocas horas. En el Cacagual hay un cauce de 160 metros aptos para bañarse, 80 metros arriba y abajo de un vado que sirve para formar una laguna.

En el costado izquierdo del río hay una zona para parqueo y, en la orilla de ese lado están disponibles mesas y sillas donde los visitantes comen y disfrutan en familia o entre amigos. El primer fin de semana de abril 2024 estaba presente en una de esas la familia Chango Aroca, de Quevedo. “Aquí hay una gran tranquilidad y uno disfruta de la naturaleza", dice uno de sus integrantes.

A pocos metros y bajo grandes árboles cuelgan casi una veintena de hamacas, desde donde se mira el río y el verdor de la naturaleza que rodea a la ciudad de La Maná, que cuenta con una población de 70.000 habitantes.

Por un puente se cruza al lado derecho del afluente. Allí se ha instalado una plataforma para tomarse fotos con el nombre del glamping, bajó la réplica de un globo aerostático.  En esa área hay una cancha de índor fútbol, espacio donde se colocan carpas cuando los turistas desean hacer camping. Suelen llegar grupos de 20 a 40 personas para permanecer mínimo dos días.

Dos toboganes, uno de ellos de 15 metros, son el espacio preferido de los bañistas, que se deslizan hacia las aguas frescas del río. También hay sogas colcantes para hacer caída libre. Una cancha de ecuavoley y juegos infantiles completan las adecuaciones para los visitantes.

Un bar restaurante amplio está a disposición del turista. Allí se ofrece comida criolla, como fritada, tilapia asada y al vapor, seco de pato, seco de gallina criolla, menestra con chuleta, con precios de entre 5 y 6 dólares, según el plato.