Guayaquil es la ciudad más futbolizada del Ecuador. La ciudad respira fútbol, vive el fútbol con intensidad, se apasiona, vibra. Es la cuna de los dos equipos con mayor arraigo en el alma popular deportiva del país. Barcelona Sporting Club y Club Sport Emelec, los eternos rivales, son a la vez equipos hermanos paridos en el corazón del barrio del Astillero, centro sur de la ciudad.
Barcelona nació en una esquina de la escuela Modelo Nueve de Octubre (en las calles Eloy Alfaro y Francisco de Marcos), en 1925; cuatro años más tarde nace Emelec en las instalaciones de la Empresa Eléctrica del Ecuador (Eloy Alfaro y Portete).
La histórica rivalidad entre Barcelona y Emelec es la que más aficionados mueve. Casi es generalizado, pero en Guayaquil, eres amarillo, el color de Barcelona, o eres azul, de Emelec. Tiene cuatro generaciones de fanáticos, historias, hazañas y leyendas futbolísticas que hoy representan un fenómeno cultural y social que despierta las más intensas pasiones.
“Toda ciudad necesita un clásico”, dijo el historiador deportivo Ricardo Vasconcellos, pero el Clásico del Astillero se encuentra en la categoría de partido símbolo de la ciudad. Está reconocido entre los clásicos del mundo. Guayaquil, alberga en su interior el glorioso Capwell y el emblemático Monumental. Ambos son el concreto en el que se ha construido la idolatría azul y amarilla, en su orden. El lugar en el que en 90 minutos se han forjado héroes y leyendas.
Hablar de Guayaquil es hablar de fútbol, el pueblo se paraliza cuando se enfrentan los del Astillero. Los goles se cantan en los restaurantes más finos, en las huecas (comedores) más humildes, en la esquina del barrio, en la casa de cualquier pana, en plena calle, más claro.
El gran río Guayas enmudece esperando el momento exacto de gritar el gran gol de la gloria, y si no llega ¡vamos, vamos, vamos! Un aplauso y seguimos. Gritos, abrazos, uno que otro insulto está justificado. Durante 90 minutos la ciudad se calienta. Los guayaquileños nos olvidamos de la crisis, de los problemas, cantamos como hermanos, como rivales, le damos una sonrisa a la tragedia porque con el fútbol hay espacio para sobreponerse.
Cuando por fin llega la victoria, un ejército amarillo o azul se toma las calles y avenidas para dejar claro de dónde es que les llegó el apoyo. Como un pacto misterioso, la alegría envuelve al pueblo, el cielo se llena de colores, los gritos erizan la piel, hay lágrimas de alegría, música con alto parlante, juegos pirotécnicos.
Guayaquil se viste de colores, caravanas de vehículos hondean una bandera que representa la pasión futbolística. Se corean canciones que se han convertido en himno para festejar los goles, las estrellas, para celebrar y representar una pasión.
Clásico creado por el pueblo
Así estuvo el estadio Monumental en uno de los clásicos de este 2022. En el Capwell también hubo lleno en su turno.
El Clásico del Astillero es la fiesta a la que todos están invitados, cuando el silbato marca el inicio, el pulso se acelera, el estadio se enciende, la histórica rivalidad cobra vida. Eso se replica en cada esquina de la ciudad.
En ese momento no hay solo 22 en la cancha, hay millones jugando y otros desde el cielo coreando: el Pibe Bolaños, Carlos Rafo, Ángel Fernández, Otilino Tenorio, Capurro, Montanero, Carlos Muñoz, Chuchuca, Pajarito Cantos, Lecaro. Y las barras bravas.
El partido más tradicional en la ciudad más futbolizada del Ecuador ha generado tanta expectativa que se han jugado amistosos en Estados Unidos y en Europa. El Partido Inmortal, como también se lo llama, concentra grandes masas en sus cotejos. Según la revista británica FourFourTwo, este clásico está en el puesto número 34 de las rivalidades históricas más grandes del mundo.
“Los Toreros” –apodo del Barcelona- y “El Bombillo” – seudónimo de Emelec- son los equipos con más seguidores repartidos por todo el país, compiten ferozmente año a año en la tabla histórica de campeones nacionales, con 16 y 14 estrellas respectivamente.
En el país o en el exterior, de visita o de local, la hinchada se mantiene firme. El hincha no tiene una edad específica, asisten bebés, niños, jóvenes y adultos. Ellos son fieles, la gente del pueblo mismo, esos compañeros que cada domingo se les llenan los ojos de azul o amarillo por esta pasión que es eterna. El Clásico es la pasión en la ciudad más futbolizada del Ecuador.
La barra Boca del Pozo
La Boca del Pozo se ubica en la General de la avenida Quito, Allí se unen hinchas de Guayaquil y diversas partes del país.
La barra Boca del Pozo nace en julio de 1980, creada por su eterno líder, Giuseppe Cavanna, junto a un grupo de hinchas de Emelec, vecinos de los bajos del cerro del Carmen y Las Peñas. La Boca del Pozo fue la primera barra brava del país y pionera en alentar a su equipo con cánticos.
Poco a poco fue ganando respeto por su aliento constante y su locura por apoyar al equipo eléctrico hasta lograr ubicarse en la parte baja del marcador central del estadio Modelo.
Hoy, con 42 años de vida, es la barra más longeva de Guayaquil, con más aguante y fidelidad que puede tener un equipo de fútbol. La pirotecnia, la murga y las banderas son sus herramientas de apoyo.
Su rival, la Sur Oscura
En el Monumental y en otros estadios del país, la Sur Oscura alienta al Barcelona con cánticos permanentes.
En 1995, los hinchas de la localidad General Sur del estadio Monumental fundaron la barra brava más importante para el equipo amarillo, actualmente la más grande del Ecuador.
La Sur Oscura tiene 27 años alentando a su equipo con trompetas, bombos, platillos y mucha pasión, en cada contienda de los toreros. Hoy la Sur Oscura cuenta con 16 columnas oficiales y filiales cantonales en todo el país.
El Monumental se convirtió en esa casa en la que tantas veces cantaron sus alegrías, renegaron de sus penas y les dio el honor de pintarse el alma de amarillo.
Museos
Barcelona y Emelec tienen sus museos en el mismo piso de un edificio de Puerto Santa Ana y muestran sus reliquias.
El Puerto Santa, en el centro de Guayaquil, acoge la edificación en la que se ubican los museos amarillo y azul. La entrada es gratuita; visitarlos es una experiencia que permitirá a los hinchas de los dos equipos recordar campeonatos, conocer hitos históricos y ver de cerca prendas autografiadas de los futbolistas estrella de cada equipo a lo largo del tiempo y otros detalles. (I)
Los estadios, la cuna de sus pasiones
Mítico Capwell
En el centro sur de la ciudad está el estadio George Capwell, La Caldera del equipo de Emelec. Tiene estilo europeo.
Declarado como la cuna del fútbol guayaquileño, el estadio George Capwell o Arena Banco del Pacifico, es un icono que se levanta en la zona céntrica de Guayaquil, la ciudad más futbolizada del Ecuador
Fue bautizado con el nombre de George Capwell en honor a su presidente, fundador y mentor. El Mítico Capwell fue el primer estadio con césped que tuvo Guayaquil y el legado más grande que dio el estadounidense al deporte guayaquileño.
Emelec, que por ese entonces era el club mejor organizado, tuvo por fin sede propia con ring de box, cancha de básquet, piscina y un estadio.
En 1947 fue el estadio de la Copa América, considerada una de las mejores ediciones por organización y calidad de juego. Guayaquil, como la ciudad más futbolizada del Ecuador, resaltó el evento con el ánimo de su gente.
En 2014 Nassib Neme anunció su remodelación, ampliación y modernización integral y de todas sus instalaciones con el fin de generar turismo y diversificar los ingresos comerciales del club.
Actualmente la casa de los azules tiene una fachada con iluminación LED, el único del Ecuador con esta tecnología, que además permite proyectar imágenes, animaciones y palabras. Su capacidad es para 40 mil espectadores.
El Monumental
El estadio Monumental de Barcelona está en el oeste de la ciudad; su acceso es por la avenida Barcelona.
En 1985 el entonces presidente del club amarillo, Isidro Romero Carbo, mostró la maqueta del Monumental que desde entonces lleva su nombre. El mismo año se realizó la colocación de la primera piedra en un espacio que colindaba con la ciudadela Ferroviaria, el estero Salado y el suburbio de Guayaquil.
La capacidad inicial fue para 50.000 personas. Hoy, el Monumental es el escenario deportivo más grande del Ecuador con una capacidad para más de 59 mil espectadores, según la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), pero se le ha atribuido una capacidad empírica de 75.000 personas.
“El Coloso de América” como lo denominó el ex presidente del club, José Cevallos, además de ser considerado uno de los estadios más modernos y seguros de América, es el escenario en el que se han dado grandes competiciones como Copa Libertadores, Copa Sudamericana, Copa Merconorte, Copa Conmebol, etc.
Actualmente el escenario deportivo más importante de Ecuador está siendo renovado con una inversión de hasta 5 millones de dólares, para la final única de la Copa Libertadores que se jugará el 29 de octubre de 2022. Ahí jugarán los brasileños Flamengo y Athletico Paranaense, partido que será transmitido a 189 países. (I)
* Por Brigitte Contreras