Los colores negro y rojo se pasean por Guayaquil. Es la hinchada del Flamengo, una de las más grandes del mundo, que desde este martes 25 de octubre empezaron a dar más movimiento a la movida ciudad.
Están aquí y van llegando más y más, para asistir a la final única de la Copa Libertadores en el estadio Monumental, el sábado 26.
El rival será otro conjunto brasileño, el Athlético Paranaense, cuya hinchada es minoría o poco aparece en Guayaquil.
"Urubu guerreiro o meu canto é pra você Flamengo / Mengo, mengo, mengo, mengo, mengo, mengo, mengo, meu eterno amor!", es uno de los cantos que se escucha en las zonas turísticas de Guayaquil, donde grupos de torcedores del Mengao se concentran.
Su primera aparición pública se dio la noche del martes en los bares y restaurantes de Puerto Santa Ana, una de las zonas VIP de la ciudad para el turismo, la diversión y el entretenimiento.
Presencia en distintos sectores
Los hinchas aprovechan la presencia de una réplica de la Copa Libertadores para tomarse fotografías.
Este miércoles, los grupos negro y rojo del Flamengo aparecían en diversas zonas del Malecón Simón Bolívar, donde se han instalado ferias de emprendedores que ofrecen artesanías y sourvenirs, así como en otras locaciones de Guayaquil.
Algunos paseaban por la avenida 9 de Octubre, otros estaban en el Parque Seminario o de las Iguanas; se los veía hasta en la Bahía, comprando y comparando precios.
Pero la fiesta mayor se vivió en el Palacio de Cristal, desde las 16:00. Allí se abrió la Embajada del Hincha, donde se respira la final por anticipado. Se la vive además, este jueves 27 y viernes 28 de octubre, hasta la medianoche.
Este recinto, con una serie de actividades, es organizado por la Conmebol, en coordinación con la Empresa Municipal de Turismo. Hay juegos relacionados con el fútbol en casi una decena de estaciones.
Entre los diversos juegos que se realizan en la Embajada del Hincha está uno de los futbolines con humanos.
Fotografías con copa gigante
Hay filas de hasta 50 personas para patear al arco y ganar premios de auspiciantes. Hay un futbolín con personas en lugar de muñecos y hasta una minicancha de fútbol.
En el centro del salón principal del Palacio de Cristal está una réplica de casi cuatro metros de alto de la Copa Libertadores. Allí se aprecian los nombres de los campeones. Allí al frente esta un museo, con la copa en su tamaño original, fotos, camisetas, la pelota con la que se jugará la final, entre otras cosas.
En la parte externa derecha del Palacio de Cristal está el área festiva, con un escenario y puntos de venta de comidas ecuatorianas y brasileñas, de cerveza, bebidas y hay área para los bocados o beber y otra con conectividad, con hinchas de Flamengo que visitan Guayaquil.
Actividades festivas
La zona de conectividad registra alta asistencia en la Embajada del Hincha. Hay comodidad para el visitante.
Y allí se vive la fiesta. Los hinchas de Flamengo cantan a su equipo y compiten con la música amplificada. Ecuatorianos, brasileños y algunos de otras nacionalidades comparten momentos de euforia deportiva, de alegría, diversión.
Los brasileños se ven maravillados. "La ciudad es maravillosa, muy bacana. Es la mejor recepción que podemos esperar. Vamos a aprovechar al máximo esta ciudade maravillosa. Viva Guayaquil", dice Rodrigo, un hincha del Flamengo, emocionado y en un claro portuñol (mezcla de portugués y español).
Él anticipa el triunfo de su equipo en la final por dos goles a cero y recalca que encontraron una ciudad hermosa, con sitios ideales para hacer turismo. También viajan a Salinas, para disfrutar de la playa.
Compromiso de la ciudad
Otros hinchas de Brasil opinan igual. Tienen una muy buena imagen de la Perla del Pacífico. Destacan incluso la seguridad.
Carlos Víctor Morales, periodista deportivo que atiende en uno de los puestos de comida, el de choripán, destaca que Guayaquil está aprovechando la oportunidad para demostrar que puede ser un gran anfitrión.
"Ver así a mi ciudad, me emociona y me da gusto. Trato de esforzarme por dar lo mejor y pedir a la gente que dé lo mejor, porque es un compromiso de la ciudad, de los guayaquileños, de cómo debemos abrigar un evento de esta magnitud y podemos albergar a tanta gente que viene en busca de amistad, de conocer algo nuevo", dice Morales.
Opina que los brasileños están disfrutando de su estadía y pasan muy bien. "Eso se buscaba, creo que la respuesta turística hasta ahora es muy buena", considera el comentarista deportivo.
a esperanza de recuperación económica con este evento que pone a la ciudad en los ojos del mundo se cristaliza en realidad. Eso emociona también a Gloria Gallardo, presidenta de la Empresa Municipal de Turismo.
No obstante, los más emocionados, los hinchas brasileños y el público local. La final, es un evento de otro nivel y Guayaquil lo tiene. (I)
