El estado de excepción de 60 días, dictado este lunes 8 de enero de 2024 por el presidente Daniel Noboa, puede tener un impacto sustancial en el turismo en Ecuador, especialmente durante el próximo feriado de Carnaval, del 12 y 13 de febrero.
Es crucial que las autoridades consideren cuidadosamente cómo equilibrar las medidas de seguridad con la sostenibilidad de la industria turística y busquen soluciones que minimicen el impacto negativo en el sector.
Anoto aquí los posibles efectos en esta industria, una de las más afectadas en cada contingencia.
Restricciones de movilidad
Durante un estado de excepción, es común que se implementen restricciones en la movilidad, como toques de queda y limitaciones en la circulación (de 23:00 a 05:00 en este caso). Esto podría afectar directamente a los turistas, quienes podrían enfrentar dificultades para trasladarse entre destinos turísticos o participar en actividades durante el feriado de Carnaval.
Cierre de lugares turísticos
Con el estado de excepción, las autoridades podrían optar por cerrar temporalmente atracciones turísticas, parques nacionales y otros lugares de interés. Esto afectaría a aquellos que planifican viajar específicamente para disfrutar de estas atracciones durante el feriado.
Cancelación de eventos
El feriado de Carnaval, a menudo está asociado con eventos y festividades. Un estado de excepción podría llevar a la cancelación de estos eventos, lo que desalentaría la llegada de turistas que planean participar en celebraciones específicas.
Impacto en oferta de servicios
Muchas empresas turísticas podrían experimentar dificultades operativas debido a las restricciones impuestas durante el estado de excepción. Hoteles, restaurantes y servicios de transporte podrían ver disminuida la demanda y enfrentar desafíos financieros.
Preocupación por la seguridad
La disminución del turismo tiene consecuencias directas en la economía local. Muchas comunidades dependen significativamente de los ingresos generados por el turismo, y una disminución en la afluencia de visitantes podría tener efectos adversos en el empleo y los negocios locales.
Efectos en la economía local
La declaración de un estado de excepción a veces puede generar preocupaciones sobre la seguridad entre los turistas. La incertidumbre y las restricciones pueden desmotivar a las personas a planificar viajes, especialmente durante un periodo festivo.
Restricciones en la hospitalidad
Durante un estado de excepción podrían imponerse restricciones adicionales en la industria de la hospitalidad y el entretenimiento. Limitaciones en la capacidad de los establecimientos y la prohibición de ciertas actividades podrían afectar negativamente la experiencia de los turistas.
Imagen del destino turístico
La imposición de medidas drásticas como un estado de excepción puede afectar la percepción internacional de un destino turístico. Esto podría resultar en una disminución en la confianza de los turistas y en la elección de otros destinos más estables.
Importante la comunicación
La decisión del Ministerio de Gobierno de permitir o restringir espectáculos y actividades turísticas durante un estado de excepción se basará en una evaluación integral de la situación de seguridad y otros factores relevantes. La seguridad de los ciudadanos es una prioridad, y el gobierno puede ajustar las restricciones según la amenaza percibida y las condiciones del momento.
En el contexto de la inseguridad, el gobierno podría tomar medidas adicionales para garantizar la seguridad de los ciudadanos y turistas, incluso implementando restricciones en eventos masivos, actividades turísticas o espectáculos que puedan ser considerados de alto riesgo.
Es importante que el Ministerio de Gobierno comunique claramente las disposiciones específicas y las razones detrás de sus decisiones. Además, se espera que se brinde información actualizada y transparente a la población y a los actores involucrados en la industria turística para que puedan tomar decisiones informadas.
Si la inseguridad persiste, es posible que el gobierno considere medidas específicas para abordar la situación, como el aumento de la presencia policial, la implementación de medidas de seguridad adicionales en lugares turísticos y la colaboración con la comunidad para prevenir incidentes.
En última instancia, la relación entre la seguridad y la viabilidad de realizar eventos y actividades turísticas dependerá de la capacidad del gobierno para gestionar eficazmente la situación de seguridad y equilibrar las necesidades de la industria turística con la protección de la población. (I)
La autora del artículo
Melissa Rodríguez Santos, docente universitaria.
- Ingeniera en turismo.
- Magister en ecoturismo y manejo de áreas naturales.
- Tecnóloga universitaria en gestión e innovación educativa.
- Docente en la carrera de pre y posgrado de turismo en la Universidad Internacional del Ecuador (UIDE).
- Docente y directora de la carrera de turismo a distancia, por 5 años en el Instituto Universitario Rumiñahui.
- Consultora en turismo y educación.
- Técnico Evaluador 1 y 2 de la Dirección de Evaluación y Acreditación de Institutos y Conservatorios Superiores.
- Coordinadora nacional de la Asociación de Profesionales de Turismo y Hotelería del Ecuador.
