Las playas de Jama son un tesoro para el turismo; los atardeceres brindan espectáculos maravillosos a los visitantes. Algunos no son muy concurridos.

En el norte del perfil costero de Manabí está Jama, un destino de sol y cálidas playas. Hablar de Jama es descifrar hermosos sitios para el turismo, tanto en sus playas con en las montañas, y de su identidad con la precolombina cultura Jama Coaque, que se destacó, entre otras cosas, por su alfarería, hoy reflejada en museos y en el parque central, donde se narra la historia de esta joya arqueológica.

Jama es un emporio de atractivos y riquezas ancestrales, matizados por la hospitalidad de su gente y una rica gastronomía elaborada a base de mariscos frescos, en leña y acompañada del verde o la sal prieta como una guarnición típica de la provincia de Manabí.  

Cultura y tradiciones

ama, un destino de sol y playa para descubrir en los futuros viajes

Jama rescató su cultura, sus costumbres y tradiciones para que los turistas recuerden a sus antepasados.

Al sur del cantón Pedernales, en el recinto Coaque, se destaca una caseta museo. Según el historiador Ramiro Andrade, este es el primer indicio de que en la zona abundan vestigios arqueológicos. Más al sur, a 36 kilómetros, está ubicada la localidad de Jama.

Él relata que el poblado fue descubierto por el piloto Bartolomé Ruiz, el cual quedó impresionado por las 400 casas, el oro y las esmeraldas que allí se encontraban. Se mostró anonadado con las costumbres de la cultura, en cuanto a reducir y conservar las cabezas humanas.

Andrade dice que la cultura se extinguió poco después de la llegada de los españoles. De las antiguas casas y templos no quedó vestigio, ya que estaban construidos de madera; “pero de las construcciones se sabe que fueron replicadas en vasijas de arcilla ceremoniales”, cuenta.

Hoy, como muestra de aquello, existen museos que guardan celosamente los vestigios de la cultura. También hay más de 200 piezas arqueológicas de signos y símbolos que fueron diseñados y construidas por el artista Ricardo Alcívar y expuestos en el parque central, además de otras 8 réplicas situadas en otro parque temático de la zona.

“Cada pieza representa la identidad local de Jama. Lucen en forma de hombres, mujeres y animales. Por ejemplo, en el centro del parque central hay una glorieta que representa a un templo de la cultura Coaque, donde está pegada la réplica del sol de la cultura Tolita, además cuenta con una silla trono”, detalla.

Las playas, una belleza 

Quien llega por primera vez a algún rincón de Jama se sorprende con la riqueza que este cantón tiene en turismo. Sus amplias playas atraen a cientos de visitantes. Una de estas es Punta Ballena, en el sitio El Matal, ubicado a 10 minutos de la cabecera cantonal, un muelle natural que de junio a octubre invita a contemplar ballenas jorobadas.

Clara Zambrano, guía local, indica que las aguas tranquilas y claras del lugar hacen de este lugar un sitio ideal para bucear y descubrir sus encantos subacuáticos; además, se puede practicar esquí acuático y wakeboard. Sin embargo, El Matal es realmente un puerto de pescadores artesanales

Cerca de la playa se ubica el malecón turístico de la localidad, que se extiende por buena parte de esta amplia playa, a donde llegan bandadas de gaviotas, sobre todo en las tardes, para dar una cálida bienvenida a los visitantes.

Jama, un destino de sol y playa para descubrir en los futuros viajes

El Arco del Amor es una formación natural rocosa, que se encuentra en la playa de Tasaste.

Juan Alcívar, guía, dice que otro sitio que es una obligación conocer de Jama es el Arco del Amor, ubicado en el sitio Tasaste, donde muchas parejas llegan a jurarse permanecer juntos para siempre, y, según la tradición, se cuenta que el ícono lo cumple.

Mide unos 10 metros de alto, está rodeado de arena blanca y recibe las constantes caricias de las olas. “Se conoce que el lugar fue un centro matrimonial para los jefes tribales en pleno atardecer, ya que la presencia del sol era interpretada como una aceptación astral de la unión”, destaca.

El primer tramo de playa tiene rocas  pequeñas, mientras que en el segundo hay arena suave. La forma de arco es un trabajo artístico del mar, el viento y el tiempo, cuyo resultado es una estructura cubierta en su cima por un jardín natural poblado de arbustos secos, samanes y algarrobos.

También sobresale la playa División, catalogada como una de las más extensas de Jama, que facilita hacer turismo  y disfrutar de la tranquilidad, practicar surf y cabalgata a orillas de la playa. Ahí los pescadores reciben al visitante con amabilidad, música típica y amorfinos.

Entre otras playas está Punta Blanca; También Punta Prieta, un acantilado de roca balsámica de 27 metros de altura, rodeado de playas que ofrecen privacidad en medio de la naturaleza; tiene un mirador y permite hacer caminatas por el bosque seco; otras playas son las de Don Juan, Valle Paraíso y Punta Ballena, un muelle natural rocoso de los mágicos atardeceres.

Cascadas en las montañas

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El Salto de Simón se trata de una cascada encantadora en medio de la naturaleza virgen, en las montañas.

Al este de Jama, a unos 5 kilómetros, se encuentra el Salto de Simón, un balneario de agua dulce, ideal para refrescarse, practicar escalada o realizar caminatas. Cuenta con una altura de aproximadamente 40 metros.

Rita Llerena, guía del sector, dice que a orillas de la cascada se encuentran lugares para acampar y hacer paseos. También hay miradores para descansar en el paisaje natural, disfrutar de la flora y fauna.

“Para los amantes de la naturaleza el sitio tiene una espesa vegetación endémica de laurel, bálsamo, guabos, pechiche, y en cuanto a su fauna hay armadillos, ardillas y los amigables perezosos”, señala.

Asimismo, está el Salto de Biguá, otro balneario de agua dulce, en donde su cascada tiene 40 metros de altura. En época de invierno suele ser caudaloso con su principal afluente como lo es el río Jama.  (I)

Riqueza gráfica de Jama 

Gastronomía 

Maritza Chica, comerciante, ofrece una variedad de platos en la cabecera cantonal de Jama. Indica que por más de 15 años  se dedica a la preparación de comidas a base de mariscos, peces de agua dulce, hasta el caldo de gallina criolla y productos lácteos, por su actividad ganadera. Hoy, es un buen destino para el turismo.

Los precios van de $ 5 en adelante. Aquí algunas de las delicias gastronómicas que brinda Maritza.

represa La Esperanza

La tonga manaba es un envuelto en hojas de plátano conformado por arroz, plátano y carnes. Cuesta $ 5. 

  • Tonga: Estofado de gallina criolla o pescado envuelto en hojas de plátanos.
  • Suero blanco: Cuajada de queso tierno, suero de leche y mantequilla blanca. Se sirve con verde o maduro asado.
  • Sal prieta: Fusión entre harina de maíz, maní tostado y otras especias. Cabe resaltar que la gastronomía de Jama es variada, desde platos así como la tortilla de maíz, corviches, cazuela de mariscos, el ceviche en sus diversas presentaciones.

Hospedaje 

El servicio de hospedaje es mínimo, pero en caso de que el turista guste de pasar una noche en el cantón Jama, hay hospedajes pequeños con habitaciones sencillas y baños compartidos a un costo de $ 12 por persona la noche. En las vías a San Vicente y Pedernales hay hosterías.

¿Cómo llegar? 

  • Quito: Salir desde la terminal terrestre de Quitumbe y tomar buses de diversas cooperativas con destino directo a Jama. La distancia aproximada es de 314 kilómetros, en un tiempo de recorrido de 5 horas y 30 minutos. La ruta es por Santo Domingo-El Carmen-Pedernales-Jama.
  • Guayaquil: Se toma buses de Coactur y Reina del Camino, desde la terminal terrestre con viaje directo a Jama. La distancia aproximada por vía terrestre es de 325 kilómetros, en un tiempo de recorrido de 6 horas.  La ruta Portoviejo-Bahía-San Vicente-Canoa-Jama. (I)

Ubicación 

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