Jipijapa es un cantón con alto valor histórico, cultural y folclórico; es uno de los más antiguos de Manabí y atrae al turismo con verdaderas joyas arquitectónicas y con una gastronomía única, como las tortillas de maíz, el greñoso y los ceviches como el de pinchagua y el llamado Jipijapa.
Tiene una playa de aguas color turquesa en Puerto Cayo, una laguna, cascadas, museo, artesanías y un imponente monumento a “La Gran Mazorca”. Este cantón patrimonial es conocido como la Sultana del Café, por ser otrora el principal productor en Ecuador.
Jipijapa en su época dorada
En su época dorada, este cantón fue uno de los mayores productores de café, que se lo vendía afuera de las casonas.
Esta localidad ubicada al sur de Manabí conserva una época dorada en la producción de café. Cuenta con 17 inmuebles, un conjunto urbano y dos espacios públicos que recuerdan los años de esplendor como Sultana del Café. Este recurso, aún no aprovechado en el turismo, fue base para que Jipijapa obtenga el título de Ciudad Patrimonio.
Desde que se ingresa a Jipijapa es como transportarse a parte de la historia del país. En las edificaciones patrimoniales con paredes de madera, grandes ventanales y portales amplios, aún se guarda la nostalgia de las décadas de los 50 y 80 del siglo pasado, cuando se producía, cosechaba y ofrecían café a buenos precios.
Jorge Salazar, historiador local, sostiene que fueron los problemas como la falta de agua los que provocaron que el café decayera. Hoy, los habitantes de Jipijapa tratan de aprovechar su cultura y vivencias para atraer visitantes y vivir del turismo.
Un emporio de riquezas
La Gran Mazorca o como muchos lo conocen el monumento al maíz, es un símbolo de Jipijapa para hacer fotos.
Marisol Quimís, funcionaria municipal, señala que Jipijapa pasó de Sultana del Café, a un emporio de riquezas arqueológicas, casas antiguas, creencias y tradiciones. “Todo este reconocimiento se lo debemos gracias a una infraestructura de madera original que aún se conserva y cada día la hacen ver más bella”, expresa.
Sitios emblemáticos de Jipijapa para el turismo son sus casas patrimoniales, como la antigua casona esquinera, ubicada en las calles Bolívar y Colón, que aún es un sitio de ventas. Diagonal se levanta otra casona, actual propiedad del señor Genaro Nieto, gran coleccionista de objetos antiguos, los cuales son puestos a vista del público. Hay máquinas de escribir, vitrolas, teléfonos y más artículos.
Otros de los escenarios son el parque central, con el sombrero más grande del mundo; la iglesia San Francisco, el museo Arqueológico Precolombino, sitios arqueológicos de la cultura manteña como los petroglifos y el monumento denominado La Gran Mazorca, que se encuentra en las afueras de Jipijapa en la vía entre Portoviejo y Manta, representando la riqueza agrícola del maíz amarillo.
Ceviches, greñoso y tortillas
La comuna Sancán, de Jipijapa, es conocida como la capital de la tortilla de maíz, se sirve con una taza de café.
Jipijapa tiene el privilegio de contar con una gastronomía con algunos platos originarios de su territorio y que son un atractivo para el turismo. Se saborea la riqueza marina y la variedad que ofrece la tierra, tal es el caso del maíz, cultivado por más de la mitad de sus habitantes.
Eugenia Reyes, comerciante de la comunidad de Sancán, a 10 minutos de Jipijapa, lleva más de 30 años elaborando la tradicional tortilla de maíz. La prepara en horno de barro con leña, rellena de queso, chicharrón o pescado y se la comercializa a tres unidades por un dólar.
En Sancán hay decenas de locales que ofrecen tortillas con café o refrescos desde las primeras horas de la mañana hasta el anochecer. Los viajeros frecuentes y turistas son los consumidores. Se ofrecen hasta en los buses al paso.
El ceviche es otro símbolo de Jipijapa. Uno de ellos es el de pinchagua, como popularmente se conoce a la sardina. Geoconda Quimís tiene un puesto de "agachaditos", en las calles Bolivar y Guayas, donde ofrece ceviche de pinchuagua desde $ 1,75 el plato pequeño.
Destaca que la pinchagua es buena para el cerebro, tiene potasio, omega 3 y colágeno. Ella lo prepara de un día para otro. Retira la cabeza y las vísceras, corta en trozos y los deja curtir, "ahí, hasta las espinas se deshacen". Se prepara y sirve con cebolla, tomate, pepino, cilantro, maní y salsas.
Otro ceviche es el llamado Jipijapa, oriundo de este cantón y con mucha demanda en el sector turismo, elaborado con cualquier marisco o mixto, pero complementado con un gordo (salsa) de maní y aguacate. Hay varios locales que ofrecen ceviches, entre $ 2 y $ 8.
A estas delicias se suma el greñoso, preparado con maíz, gallina y queso. Hay que sumar el bollo manabita.
El ceviche de pinchagua tiene propiedades particulares. La pesca llega a Jipijapa de Machalilla y Puerto Cayo.
Encantos naturales
En la parroquia El Anegado se encuentra la cascada Tres Saltos en Bajo Grande. Es un atractivo poco difundido.
Uno de los sitios más concurridos en Jipijapa es Puerto Cayo, un pequeño pueblo de pescadores que se ha desarrollado con el turismo. Cuenta con una amplia playa e islotes cercanos. Allí, los niños y adultos disfrutan sin ningún riesgo, practican deportes acuáticos y observan a las ballenas jorobadas entre junio y octubre.
Puerto Cayo está a 28 kilómetros de la cabecera cantonal y la vía de ingreso se conecta con la Ruta del Spondylus, que lleva hacia Manta por el norte y a Puerto López y Santa Elena por el sur.
Pero Jipijapa tiene más que playas. Según el guía Rafael Merchán, cuenta con imponentes cascadas, como la de Maryland, con más de 20 metros de alto. También están las cascadas Tres Saltos de Bajo Grande, en la parroquia El Anegado; y la San Nicolás, en el recinto Agua Dulce.
Cerca de la cabecera cantonal están los pozos de aguas azufradas de Choconchá, que sirven para aliviar los dolores musculares y ayuda al cuidado de la piel. También los pozos de agua dulce en Andil.
Artesanías, hospedaje y ubicación
Toquilla, madera y miel
El sombrero de paja toquilla de Jipijapa es originario de la costa de Ecuador y la cultura montuvia; se lo teje a mano.
El sombrero de paja toquilla que en el mundo se lo promovió como Panama Hat, también se lo conoce como sombrero Montecristi o Jipijapa, porque su confección, desde los ancestros, se da en estos cantones manabitas.
En algunos campos de Jipijapa se produce la toquilla y de allí se asocia con el nombre de la localidad. En el centro cantonal se ofrece esta prenda con precios que van de $ 32 a $ 120, según el modelo. Así también otras artesanías como cestos, bolsos, bomboneras, escobas, tapetes, carteras, palmeras y otros adornos en paja toquilla.
Quimís, es otra comunidad de Jipijapa que brilla y atrae al turismo de compra de artesanías. A unos 15 kilómetros, en la vía a Portoviejo se asienta esta comuna que tiene decenas de puestos de venta de artículos elaborados en madera, como bateas para elaborar el bolón de verde, cucharas, tablas de picar, mazos, molinillos y una variedad de artículos elaborados con maestría.
Allí también se ofrece miel de abeja y el tradicional palo santo, para ahuyentar a los mosquitos.
Hospedaje en Jipijapa y Cayo
- Hostal Poseidón: Está en la ciudadela Andrés de Vallejo, calle 4, en Puerto Cayo. Las habitaciones tienen un costo de $35 por persona la noche.
- Casa Amarilla: Ubicado en la ruta del sol, en el redondel entrando a Puerto Cayo. Ofrece habitaciones desde $20 por persona la noche.
- Hotel Ceibo: Ubicado en la entrada a Jipijapa, frente a la terminal terrestre.
¿Cómo llegar?
Desde Quito, se debe tomar el bus de la cooperativa Reina del Camino o Carlos Alberto Aray. El tiempo de recorrido es de 7 horas, con un precio de $14.
En caso de viajar desde Guayaquil hay varias cooperativas como Reina del Camino, Coactur, Jipijapa, Carlos Alberto Aray y Rutas Portovejenses. La travesía es de aproximadamente 3 horas, con un costo de $ 6.
En auto propio se llega directo desde Guayaquil por la ruta a Portoviejo. Desde Quito tomar ruta a Portoviejo y avanzar unos 40 kilómetros.
Los destinos para hacer turismo en Jipijapa están a alrededor de una media hora de recorrido mínimo desde la cabecera cantonal. (I)