Santo Domingo vive con expectativa la reactivación de la conocida celebración del kasama o nuevo amanecer. Esta fiesta milenaria es organizada por la nacionalidad tsáchila y congrega a miles de turistas atraídos por su significado y porque conincide con la Semana Santa.
Este evento tradicional desarrollado por la comunidad tsáchila Chigüilpe, ubicada al suroeste de Santo Domingo, en el km 7 de la vía a Quevedo (en la casa comunal) se extiende desde este jueves 14 hasta el sábado 16 de abril. A propósito la noche del viernes santo pasa a ser la más representativa, ya que se vive el ritual de la ayahuasca, acto que representa la purificación, sanación del cuerpo y espíritu. Ello genera mucha expectativa.
“Para recibir este año nuevo, viviremos el ritual de la ayahuasca que se representa como bebida de sanación, espiritualidad y conexión con la naturaleza que regula con todo el cuerpo y nos devuelve a la vida”, detalla Manuel Calazacón, integrante de la comuna anfitriona del evento.
La fiesta es importante para la etnia, pues es parte vital de la cosmovisión de su cultura, además de ser una celebración en honor al inicio del nuevo año tsáchila que coincide con el sábado de gloria de los católicos.
“El kasama para nosotros es un nuevo año, entonces pasa hacer un día festivo en donde todos los tsáchilas se reúnen y dentro de la comunidad recibimos a los turistas que creen en nuestras costumbres. Pasa hacer un momento de cultura, familia y amigos”, expresa Mauricio Calazacón, teniente político de la comuna.
Gastronomía, artesanías y medicina natural forman parte de la oferta durante la actividad, la misma que les permite a los visitantes disfrutar de la parte artística y cultural propia de los anfitriones. Ellos, al ritmo de su música autóctona, danza, fuego y concursos ancestrales, hacen de la experiencia un momento de nunca olvidar.
Fanny Condo, directora de la Zona 8 del Ministerio de Turismo, mediante una rueda de prensa en la ciudad de Guayaquil, destacó que la actividad es una muestra de cómo los ecuatorianos pueden disfrutar de su país sin necesidad de irse lejos. Asimismo extendió su invitación y recomendó deleitarse de los tradicionales platillos como el pincho de mayón, el natural watsapaká y la popular bebida “la malá”, muy promocionada en el sector.
Durante la festividad, los colorados, como se los conoce a los tsáchila, podrán explicar el porqué de su vestimenta, cabello, para qué sirven las limpias, rituales sagrados o energéticos, técnicas de medicina alternativa, actos shaminicos, senderismo diurno y nocturno. Inclusive si los visitantes desean participar de los juegos culturales, como requisito esencial, deberán pintarse la cara, mientras que las mujeres vestirán ropa de la cultura.
Esta celebración no se desarrolló el año pasado debido al elevado índice de contagios del COVID-19. Sin embargo para este feriado de Semana Santa tanto la Prefectura de Santo Domingo como el GAD del cantón y los establecimientos turísticos hacen posible actividades y manifestaciones culturales propias de la fiesta. Esta tiene como expectativa recibir a un promedio de tres mil visitantes de varias provincias del país. (I)
