La cascada Ojo del Fantasma, en el cantón Penipe, provincia de Chimborazo, es considerada un lugar sagrado. Allí, los visitantes se cargan de energías. Se forma por las distintas vertientes que se forman en el Tungurahua y brindan un maravilloso paisaje.
Ubicada al noroeste de la comunidad Pungal, de la parroquia Puela, Ojo del Fantasma tiene formación rocosa a su alrededor y por donde pasa un riachuelo, lo cual al observar desde la base deja ver el parecido a un ojo.
A sus aguas, calientes porque salen de las entrañas del volcán que ha hecho erupciones, se le atribuyen poderes curativos. Además de su forma, existen creencias místicas de adoración a los dioses y rituales que se practicaban para poder ingresar a la cascada como un foco de energía.
Una aventura relajante
Los turistas necesitan una compresa de barro para que el cuerpo disfrute un estado de relajación. La piel se hidrata.
Cristóbal Aguirre, guía local, comenta que un refrescante baño por la cascada Ojo del Fantasma es sinónimo de salud y bienestar. Es un sitio donde las familias o amigos se conectan con la tierra y el agua. “La cascada es hermosa. No hay nada como la naturaleza para cagarse e energías”.
Aguirre dice que además de disfrutar de las aguas termales, los turistas también acceden a una vertiente de agua mineral, para bañarse y aplicarse mascarillas de barro. El ingreso no tiene costo pero en caso de un recorrido corto por guías especializados tiene un valor de 10 dólares por persona.
Indica que además de apreciar los recodos naturales hay historias y leyendas difundidas por las tradiciones orales que han pasado de generación en generación. Por ejemplo, en la cascada existían espíritus que cuidaban la naturaleza y estos aparecían cuando alguien la dañaba.
Esta caída de agua mineral proviene de las vertientes del Tungurahua, que en Kichwa significa garganta de fuego.
“Según nos contaban los abuelos, antes se sacaban árboles de madera fina y los trabajadores contaban que veían una gallina con pollitos; otros, un toro, y arriba, en el Ojo del Fantasma, se les aparecía una paila con cuatro orejas. El sitio es sagrado, hay que conservarlo”, afirma el guía.
Se recomienda la práctica de canopy y tubing. Hay que llevar ropa cómoda o abrigada.
En medio de la flora que adorna la cascada Ojo del Fantasma existen espacios para acampar y contemplar, por las mañana, la naturaleza en su máximo esplendor. En la tarde se puede pescar truchas en el río Puela.
La tranquilidad, el verde de las montañas, lo hermoso de sus ríos y cascadas invitan a los turistas a acampar.
Gastronomía en Penipe
Las tortillas de maíz son el ícono gastronómico de Penipe. Tienen una gran demanda por parte de los visitantes.
Elsa Vásquez destaca que a la oferta turística de Penipe le acompaña una exquisita gastronomía basada en productos locales como maíz, papa, zanahoria y fréjol, así como frutas como manzana, pera, mora, claudia y limón.
Vásquez, quien prepara tortillas de maíz cocidas en piedra, papas con cuy, bebidas y mermeladas de frutas, señala que estos son apetecidos por los visitantes.
“Hay tortillas desde medio dólar que siempre van acompañadas con una taza de café caliente. Los demás platillos los encuentran desde $ 2.50 en adelante”, detalla.
Hospedaje
En Penipe y las parroquias El Altar y La Candelaria hay oferta de alojamiento. Los costos tienen un valor aproximado de $ 15 por persona.
¿Cómo llegar?
Para llegar a la cascada Ojo de Fantasma hay dos rutas en la vía Penipe – Baños; una por la parroquia Puela y la otra, por la parroquia El Altar. Los dos caminos convergen en un puente sobre el río Puela, donde un letrero anuncia el tramo de las cascadas con indicaciones para recorrerlo.
Luego, existen dos opciones: una fácil y corta que toma cinco minutos, recomendada para adultos mayores y niños que llega a unas piscinas; y la otra, que requiere de resistencia física, demanda una caminata de una hora y media por un sendero que bordea la montaña hasta llegar a la base de la cascada. (I)