La tradicional Diablada Pillareña da la bienvenida al 2024; del 1 al 6 de enero se vive una fiesta donde resalta el rojo

La tradicional Diablada Pillareña marca el inicio de serie de fiestas patronales del 2024 en Ecuador. Esta tradición, que  da la bienvenida al nuevo año, da vida y color al cantón Píllaro, en Tungurahua. Sus días de festejos que estarán llenos de algarabía, emoción, música, licor y comida son desde el lunes 1 hasta el sábado 6 de enero.

Las calles están copadas por un promedio de 10.000 personas por jornada, quienes disfrutan de tradiciones y expresiones orales, rituales y actos festivos, conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo, que se transmiten de generación en generación.

Los relatos dicen que, durante la época colonial, los indígenas se disfrazaban de diablos en rechazo a las prédicas sacerdotales y al maltrato físico, psicológico, económico y moral que recibían de los españoles. En  la actualidad, personas de toda edad y condición se disfrazan de diablos y se unen al festejo.

La Diablada Pillareña es un atractivo turístico de carácter cultural que beneficia a la economía de este cantón.

En los primeros seis días de 2024 se revive la tradición de la Diablada Pillareña, una festividad ancestral cuyos orígenes se remontan a la época colonial evocando la rebeldía indígena y mestiza contra la religión católica impuesta por los españoles. De ahí la imagen del Diablo.

Carlos Díaz, guía local, afirma que todo se coordinó para los días de celebración; por ejemplo, las calles lucen adornadas y llenas de colores alusivos a la Navidad, que muy bien encajan con los colores de la fiesta tradicional.

“Los caminos bien adornados, las calles de Píllaro dan paso a que los personajes bailen con bandas de pueblo al son del del sanjuanito, saltashpa, tonada y pasacalles, acompañados de guarichas y  capariches que muy bien reflejan nuestra cultura y tradición”, describe. 

Díaz dice que tradicionalmente los diablos son los personajes populares de la fiesta y se distinguen por sus máscaras muy bien elaboradas con varias capas de papel, que es empapado de engrudo y se deja secar al sol hasta que se endurezca para más tarde tomar la forma ideal. 

Pedro Argudo, otro de los guías o priostes, señala que la fiesta no sería posible sin la participación de otros personajes icónicos, que  durante la travesía llaman la atención de los espectadores. Ellos son: 

• Cabecilla: Encargado de organizar a los participantes con anticipación además que se encarga de que todos bailen, salten, tomen alcohol y, sobre todo, que disfruten de la fiesta.
• Capariche: Va al frente de la comparsa con su compañera de baile, una escoba, con la que además de bailar, barre las calles y los pies de las personas para animarlas a disfrutar de cada fragmento de la fiesta infernal que se va acercando atrás de él.
• Bandas de músicos: Entonan las melodías tradicionales ecuatorianas y cada una van con las diferentes comparsas de las comunidades participes del cantón.
• Bailarines de línea: Hombres y mujeres que se visten elegantemente dando a notar que son personajes de la clase alta de ese entonces.