Los delfines escoltan a las lanchas que hacen sus recorridos de observación con turistas, que zarpan desde Puerto El Morro. Aparecen todo el año.

Puerto El Morro es un destino turístico para todo el año. Tiene un museo, un comedor en el que atienden cinco locales y sirven lisa asada y varios platos de comida de mar, cuyos precios no rebasan los 8 dólares. Todo bajo la mirada del cerro El Muerto. Desde su muelle se zarpa a un entretenido viaje de observación de los juguetones delfines, de los manglares y una diversidad de aves.

Pertenece a Guayaquil, de donde dista un viaje de hora y media (103km), pero a solo 11 kilómetros de General Villamil Playas, Puerto El Morro es un destino privilegiado para hacer turismo de naturaleza. Es parte del Refugio de Vida Silvestre Manglares El Morro, reserva de 10.130 ha.

En cuanto el visitante llega, lo que primero se le oferta son los recorridos en lanchas por el estero El Morro rumbo a la zona donde juguetean los delfines. La ruta fluvial va por entre manglares, donde laboran los capturadores de cangrejos o funcionan camaroneras. Hay sitios donde anidan o revolotean fragatas, gaviotas y otras aves.

El encuentro con los delfines 

Puerto El Morro y el viaje a ver delfines

Un paseo por el estero El Morro hasta llegar a la zona de observación de delfines toma una hora y media.

Luego de 25 minutos de navegación se llega a un amplio espacio de mar, la desembocadura del estero El Morro en el mar del Golfo de Guayaquil. A un costado está la isla Manglecito, conocida como la de los Pájaros; al otro costado se ve el puerto de aguas profundas de Posorja, y, por enfrente, cruzan los barcos que van o vienen del puerto de Guayaquil.

Allí, en esas aguas tranquilas, aparecen furtivamente los delfines, solos o en grupos. Hay ocasiones que con sus brincos acompañan a la lancha con una decena de turistas en promedio. También hay veces que los visitantes deben esperar eternos minutos hasta verlos por unos cuantos segundos.

Hugo Vera es uno de los lancheros. Dice que el recorrido dura entre una hora y una hora y media, aunque está regulado para permanecer solo unos 25 minutos en la zona de los delfines, un máximo tres embarcaciones a la vez.

Destaca que la observación de delfines se da todo el año y que siempre se los ve, así sea por unos segundos.

El costo establecido para el viaje es de $ 7 los adultos y menores, a mitad de precio. Pero si se llega en grupo se puede acordar por $ 5 por persona. La travesía es segura, a cada pasajero se le da un chaleco salvavidas y debe ponerse por obligación.

Variedad de aves y manglares

delfines Puerto El Morro

En la islita del estero El Morro descansan garzas espátula rosada, ibis blancos y cormoranes. 

Además de los delfines, en el Refugio de Vida Silvestre Manglares El Morro se aprecian varios tipos de garzas, en especial la rosada, además de otras, que anidan y descansan en la isla Manglarcito. Se estima que unas 6.000 fragatas habitan en esta área natural.

Francisco Vera, guía de turismo y representante de la Asociación de Fragatas y Delfines de Puerto el Morro, indica que las aguas pacíficas de esa pequeña parte del Golfo de Guayaquil permiten apreciar todo ese paisaje.

Hay un paquete para quienes desean ir a la isla de Los Pájaros, que parte a las 08:00 con un recorrido de tres horas. Al llegar a la isla se debe hacer una caminata por todo el sitio. El tour cuesta $ 8 para adulto y $ 4 para niños.

“A pesar de que existen manglares en todos los estuarios de la costa, El Morro es un lugar de encanto natural, en donde desde diminutos cangrejos se observan en el mangle de la isla de Los Pájaros o Manglarcito”, comenta Vera.

El guía responsable recomienda que para disfrutar del paseo es indispensable que los turistas lleven binoculares, repelente de insectos, ropa ligera, protector solar, cámara de fotos o filmadora, gorras o sombreros.

Recorrido gráfico

Platos de $ 6 a máximo $ 8 

delfines Puerto El Morro

En la islita del estero El Morro descansan garzas espátula rosada, ibis blancos y cormoranes. 

El rústico patio de comidas de Puerto El Morro, con cubierta, es muy concurrido los fines de semana. En un espacio de unos 15 por 5 metros hay sillas y mesas para casi un centenar de clientes. Son cinco comedores de propiedad de los comuneros, que ofrecen comida de mar a precios que fluctúan entre los $ 6 y $ 8 como máximo.

El plato típico de Puerto El Morro es la lisa asada, pescado que se captura en la zona y se los sirve con verde asado, arroz y ensalada. En mayo de todos los años se organiza el festival de la lisa, para reafirmar la paternidad de este símbolo gastronómico.

Cazuela de pescado o de mariscos, sopa marinera, arroz marinero, pescado frito y una variedad de platos encantan a los visitantes, que llegan especialmente de Guayaquil en grupos. Christian Anastacio, dirigente de la comunidad, dice que los precios no rebasan los ocho dólares, porque los mariscos se capturan en la zona y son frescos.

El ambiente es único. Cada comedor tiene un asadero portátil frente al estero y a pocos metros de las mesas. Ahí se ven asándose las lisas, se mantienen algunas vasijas con la cazuela que hierve y en la porte superior un cangrejo. Si esos cuadros provocan, mucho más cuando se ve servir un arroz marinero u otro plato. 

Una pasarela que va al muelle, un área de hamacas y un museo pequeño, completan la oferta turística en el sitio.

Un mini museo, disponible

Puerto El Morro y el viaje a ver delfines

El muelle es el punto de partida para ver los delfines y en su orilla está el patio de comidas y el pequeño museo.

A un costado del rústico patio de comidas de Puerto El Morro funciona un pequeño museo. Allí se exhiben fotos de las diversas variedades de mangles existentes en la zona, una variedad de crustáceos, así como un esqueleto del delfín, el símbolo de esta comunidad.

Andrés Anastacio está a cargo del museo. Dice que hay una muestra de las especies endémicas que tienen en el brazo de mar del estero El Morro.

En cuanto a moluscos, señala la concha prieta, almejas, ostiones, mejillones y el más grande conocido como pata de mula. Estos están protegidos en una urna. El otra están los crustáceos como el cangrejo rojo, la jaiba y cangrejo azul. El delfín es identificado como nariz de botella.

Anastacio invita a visitar la comunidad y sus zonas protegidas, disponibles para los turistas.

El cerro El Muerto, ecoturismo

Puerto El Morro y el viaje a ver delfines

El cerro El Muerto, visto desde lejos, tiene la figura de una persona acostada y con las manos en el pecho.

Luciana Ortiz, otra guía, cuenta que en El Morro, parroquia de Guayaquil, adonde pertenece Puerto El Morro, se hacen paseos en bicicleta o cuadrones al cerro de El Muerto, denominado así por ser una elevación rocosa natural.

“Según la percepción de los primeros navegantes, desde el punto de vista distante, muestra el perfil de una persona acostada con las manos al pecho”, expresa Ortiz. Eso es visible desde la vía de ingreso a El Morro.

El sitio es ideal para hacer turismo de aventura,  como excursiones, camping y escaladas. Los paseos en bicicleta duran entre 90 y 180 minutos. Ortiz dice que la ruta es pesada, aunque, según la leyenda, por allí se acostumbraba a enterrar a los muertos con todas sus prendas, en vasijas de barro. A la medianoche, las ánimas salían a la iglesia a rezar, luego de lo cual regresaban a su sepultura.

¿Cómo llegar? 

Desde Guayaquil, se toma la vía a la Costa, hasta Progreso y de ahí a mano izquierda a Playas (93 km de Guayaquil). En el redondel de entrada a ese cantón se toma la vía de ingreso al puerto de Posorja y unos 10 minutos  adelante se sigue a la izquierda hacia El Morro y Puerto El Morro. (I) 

Ubicación 

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