Con un alto índice de personas vacunadas, con dos o más dosis, y con un porcentaje mínimo de muertes y contagios por COVID-19, la tarde de este jueves 28 de abril el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional anunció la eliminación del uso obligatorio de mascarillas o tapabocas en espacios públicos abiertos y cerrados.
En el anuncio de la decisión gubernamental, que será adoptada de manera opcional, participaron varios miembros del gabinete, entre ellos el presidente de la República Guillermo Lasso; la ministra de Salud Pública, Ximena Garzón, y el presidente del COE, Juan Zapata.
Esta noticia ha generado criterios a favor y en contra en el sector turístico. TURISEC presenta las reacciones de algunos dirigentes del sector turístico; unos están de acuerdo con esta decisión, mientras que otros reflexionan que es muy apresurado quitar esa medida de bioseguridad.
Reacciones contrastan
El vicepresidente de la Cámara de Turismo de Santa Elena, Luis Tenempaguay, se siente sorprendido con este anuncio oficial de la eliminación de usar las mascarillas en espacios públicos. Comenta que es muy apresurado tomar esas medidas: “Las personas que hacemos turismo todavía usaremos mascarilla, no hay que confiarnos, en China volvieron a confinamiento”.
Tenempaguay agrega que la mayoría de empresarios tomaron la decisión de no sacarse la mascarilla; considera que tienen que dar una mejor imagen de prevención atendiendo a todos los turistas que visiten Santa Elena. Además, Silvia Crespo, dueña del hotel San Patrick, en Santa Elena, opina que por su lado seguirá usando el cubre bocas como rango de seguridad.
Jean Mancero, propietario del hotel Playa Aventura, ubicado en Ayangue, sostiene que la pandemia aún no ha terminado. Pues hace poco una amiga cercana y su familia de seis integrantes resultaron contagiados de COVID-19.
Otón Arboleda, exdiretivo turístico, piensa todo lo contrario. Es el dueño del hotel Cocos, localizado en el malecón de Salinas y manifiesta que es una excelente noticia para la reactivación económica. Agrega Arboleda que ya era hora de liberarnos de la mascarilla.
Mientras, el presidente de la Cámara de Turismo del Guayas y de la Federación Nacional, Holbach Muñet+on, opina que la decisión tomada por el COE Nacional y avalada por el Gobierno ecuatoriano no es apresurada, debido a que la tendencia del mundo es volver a la normalidad que se tenía en el 2019. Asimismo, expresa que el hecho de quitarse la mascarilla es una señal de reactivación económica y un mensaje de que esto ya se está terminando.
Muñetón agrega que es un paso importante para el país despojarse del cubrebocas: menciona que es una resolución acertada la del Gobierno.
En tanto, Carmen Luna, presidenta de la Cámara de Turismo de Baños (Tungurahua), comparte la decisión del gobierno. Considera que es una oportunidad clave para que el país se reactive económicamente.
Por su parte, Esteban Troya, administrador del restaurante Casa Julián, del Parque Histórico, dice: “Hemos evidenciado que flexibilizar o eliminar ciertas restricciones han aportado a la reactivación de la economía, por lo que una decisión como esta aportara a que el público se sienta más libre de salir y volver a retomar su vida normal”.
Troya añade que como sector hotelero y gastronómico deben asegurar en lo posible la salud y el bienestar de los clientes y huéspedes, ya que muy aparte de las resoluciones adoptadas por el gobierno, se toma como personal mantener los procesos de bioseguridad vigentes.
A pocos días del cuarto feriado del año, la resolución del COE puede provocar cambios en la mentalidad de aquellas personas que tenían planificado viajar a otros sectores del país, unos sentirán temor de contagiarse, otros respirarán aires de libertad. El tiempo dejará ver los resultados. (I)
En la ciudad de Guayaquil se mantiene el uso obligatorio de las mascarillas en sitios cerrado hasta el 15 de mayo, en que se hará una nueva evaluación epidemiológica y jurídica.
La resolución se da un día después que el Gobierno Nacional informara sobre el no uso obligatorio de la mascarilla en lugares públicos y cerrados en el país.