Con un Malecón Simón Bolívar repleto de personas mirando al río Guayas y una tarde sin mucho sol y con una leve brisa se agasajó a Guayaquil en su aniversario 487 del proceso fundacional. Así se efectuó el desfile náutico organizado por la Armada Nacional y la Empresa Municipal de Turismo de la ciudad.
“El Río Guayas es mi Destino” se denominaba este desfile. Seis barcazas alegóricas volvieron a surcar el río Guayas luego de dos años de suspensión, por la pandemia del COVID-19. Y el público disfrutó al paso de cada una, aunque algunos las veían de lejos, apostados en al menos unas seis cuadras del Malecón, a ambos lados del Yatch Club, donde estaba la tribuna de autoridades.
Desde el muelle del mercado la Caraguay, en el sur de la ciudad, zarparon las embarcaciones para culminar su recorrido en el Hemiciclo de la Rotonda. Completaron ellas un recorrido de 3 km mientras que ciudadanos nacionales y extranjeros disfrutaban y aplaudían al paso de cada una de las alegorías, entre ellas una en la que se destacaban los tradicionales personajes de Juan y Juanita Pueblo.
Los asistentes escuchaban cada detalle de las embarcaciones en un sistema de amplificación con parlantes en varios tramos.
Un helicóptero de la Armada Nacional particpó en el ejercicio demostrativo de persecución a una embarcación ilegal.
El momento más emocionante llegó en el tramo final, cuando la Armada Nacional tomó protagonismo en el evento. Primero se hizo una demostración de intercepción y persecución de una embarcación supuestamente ilegal, con la participación de lanchas y hasta un helicóptero.
Posteriormente hicieron piruetas aeronaves de la Armada y del Aéreo Club de Guayaquil. Enseguida descendían tres paracaidistas que se habían lanzado desde un avión naval. Cada uno portaba su bandera, de Ecuador, de Guayaquil y de la Armada. En ese orden, uno a uno caía en el agua para instantes después ser auxiliados por lanchas de apoyo.
El público se deleitaba y aplaudía la acción. Para algunos, era la primera vez que apreciaban. Los marinos se ganaban una vez más la admiración de los guayaquileños y foráneos. La ciudad reafirmaba su espíritu marinero.
El capitán de corbeta Víctor Sánchez Moreno fue el paracaidista que descendió con la bandera del Guayaquil. Se mostró orgulloso de rendir homenaje a la urbe porteña en su aniversario. Destacó que el paracaidismo militar es para una infiltración de unidades y esa fue la muestra.
La bandera de Ecuador la portó el sargento infante de Marina Juan Carlos Méndez. “Es un orgullo homenajear a Guayaquil con un salto para toda nuestra gente, nuestro pueblo ecuatoriano”, dijo y explicó que descendieron desde 4.500 pies de altura, aunque en sus operaciones reales lo hacen desde los 30.000 pies.
Carlos Morán Burgos, sargento de Infantería saltó con la bandera de la Armada. Además de saludar a la ciudad, lo hizo a sus gente de Paján y de su provincia de Manabí.
La alegría de los marinos la sentía el público y también la gerente de la Empresa Municipal de Turismo, Gloria Gallardo, quien eufórica invitaba a los ecuatorianos a disfrutar de los demás eventos de estas fiestas julianas. Esto mientras la brisa del Guayas acariciaba los rostros de los asistentes que, luego del desfile, paseaban por el Malecón y todos sus atractivos. (I)
Los tradicionales personajes de Juan y Juanita Pueblo no podían faltar en el homenaje a la ciudad desde el río Guayas.