La isla de Muisne y toda la faja costera de este cantón del sur de Esmeraldas es un destino encantado para hacer turismo. La playa, el verdor de las palmeras y los mangles fusionan en la isla con la amabilidad de su gente y atraen a miles de turistas durante cualquier época del año.
Muisne, también conocido como “Jardín esmeraldeño” o “Isla de la abundancia”, es rico en paisajes costeros, rica gastronomía del mar y emocionantes actividades turísticas.
Yuri Colorado, alcaldesa de Muisne, define repetidamente a su tierra natal como La isla del encanto, "donde todos gozan de grandes atractivos, ya que tiene una ubicación privilegiada al ser bordeado por el inmenso océano Pacifico. Nuestro compromiso es trascender fronteras y estar en el ojo del mundo”, señala.
La cordialidad es el sello característico de los habitantes de Muisne. El turista se siente como en casa.
Las extensas playas cautivan
Las playas brindan un espacio relajante para el descanso y locales adyacentes para disfrutar comidas y bebidas.
A 88 kilómetros de Esmeraldas, la capital provincial, está la cabecera cantonal de Muisne. Desde el fin de la carretera, ingresar en la isla Muisne es emocionante y relajante. El cruce es por un puente peatonal o en bote. Desde el muelle, para llegar a la playa, hay que cruzar el pueblo por una ruta de 1.8 kilómetros, sea caminando o en tricimotos. 0
El cantón Muisne es un sitio privilegiado para el turismo por sus amplias playas como Escondida, la del estero de Plátano, de San Francisco del Cabo, las de Mompiche, isla Portete e isla de Muisne. Estas tienen como característica hileras de palmeras que dan un paisaje de ensueño tropical.
Maricela Sánchez, guía local, se refiere a la playa de la isla Muisne como un paraje natural que tiene una extensión aproximada de 8 kilómetros y un ancho de 300 metros en baja marea. En su alrededor se ofrece una variedad de platos típicos a base de mariscos frescos, plátano verde y frutas naturales.
Detalla que entre lo más destacado de Muisne para el turismo también está la isla de Los Pájaros, un refugio de diversas especies de aves como pelícanos, garzas, piqueros de patas azules, patillos, fragatas y más. Allí las aves descansan, aparean, abastecen y finalmente mueren.
La isla tiene sedimentos de arena arrastrada por las corrientes marinas y está cubierta por alcaparras para la conservación de crustáceos. Allí los turistas pueden pasear en bote por los senderos, disfrutar de sus atardeceres, sentir la frescura de la arena y sus aguas facilitan la práctica del surf y buceo a un costo de $ 15 y $ 25.
Mompiche e isla Portete
Muisne ofrece para el turismo unas playas amplias de arenas blancas y un mar entre azulado y verdoso.
Al sur de la cabecera cantonal hay escenarios de maravilla. Mompiche es uno de estos. Está rodeado de manglares de seis tipos, hay senderos para caminatas, cascadas y también rutas para apreciar el manglar.
Tiene extensa playas y un mar entre verde y azulado que lo convierten en una locación casi única en la costa esmeraldeña. En algunos sectores el mar es tranquilo, parecería una gran piscina. En este sector se ha asentado uno de los establecimientos turísticos de la cadena Decámeron.
Al filo de la playa hay construcciones rústicas de caña y madera que ofrecen servicios de bares y restaurantes, con una carta variada y basada en productos del mar.
Frente a Mompiche se encuentra la isla Portete, un lugar alejado del movimiento externo, ideal para descansar en una amplia playa de arena blanca y vigilado por cientos de palmeras gigantes.
Ruta de los manglares
El manglar es un ecosistema aprovechado para hacer recorridos turísticos en el estuario del río Muisne.
El color verde de los manglares del estuario del río Muisne, un refugio de gran diversidad de aves, contrasta con el de las casas pintadas con tonos vivos. Hay árboles de mangle que tienen más de 100 años y son un importante atractivo.
“Muisne significa lugar de aves, ya que en sus manglares habitan más de 253 especies; 25 de mamíferos, 70 de aves, 95 de peces, 35 de moluscos y de 28 crustáceos. Son nuestra vida, nuestra cultura, nuestra identidad, que nos invita a cuidar la naturaleza”, expresa José García, líder de la Asociación de Cangrejeros del estuario del río Muisne.
Desde tiempos ancestrales, los habitantes de Muisne aprovecharon sus recursos naturales como una fuente de sustento y elaboran objetos con las fibras de las plantas.
Quienes visitan Muisne pueden disfrutar de la ruta del manglar, un recorrido en lancha por el estuario, para observar la flora y la fauna, además de recorrer las comunidades y participar de las actividades cotidianas como la pesca y recolección de conchas. El manglar es fuente de inspiración para músicos, poetas y pintores, que expresan su arte con colores y sonidos del paisaje.
Otro punto de visita es el bosque de mangles, en donde se aprende de sus variedades como el rojo, negro, blanco y botón. Asimismo está el museo de conchas, que exhibe colecciones de caracoles, almejas y otros moluscos, además del taller de artesanías donde se enseña las técnicas para hacer canastas, sombreros y otros objetos.
“Muisne es un sitio recomendado para divertirse y compartir en familia, comer rico y bailar”, expresa el líder cangrejero. La travesía por la ruta del mangle desde Muisne dura aproximadamente dos horas y el costo está entre $ 5 y $ 8 por persona.
Consiente tu paladar
El cangrejo también es parte de la extensa oferta gastronómica de Muisne. Este, de la parroquia Quingue.
Soraya Nazareno, chef de la localidad, señala que la historia de la gastronomía de Muisne es un reflejo de la herencia culinaria de Ecuador, en donde desde tiempos ancestrales las comunidades costeras han dependido en gran medida de los productos del mar.
Agrega que fue con la llegada de los colonizadores, en el siglo XVI, cuando se produjo un intercambio de ingredientes y técnicas culinarias que enriquecieron la cocina. “Esto se tradujo en platos que fusionan la herencia indígena con las influencias europeas, creando la base de nuestra gastronomía actual”, comenta.
Entre los platos típicos más apetecidos de la localidad están los que citamos a continuación. Cabe destacar que los precios por plato fluctúan entre los $ 10 y $ 15.
El encocado de pescado es un plato típico de Esmeraldas. En Muisne, la oferta es amplia, de todo precio y gusto.
- Encocado de pescado: Plato emblemático de Muisne que se prepara con pescado fresco, cocinado en una sabrosa salsa de coco, cebolla, ajo y especias. Se sirve con arroz y plátano maduro frito.
- Bollos de pescado: Están hechos a base de pescado fresco desmenuzado, mezclado con plátano verde y especias. Se envuelven en hojas de plátano y se cocina al vapor.
- Ceviche de concha: Refleja la influencia de los ingredientes del mar en la cocina local. Las conchas frescas se preparan con jugo de limón, cebolla, cilantro y tomate.
- Tapao: Consiste en un pescado cocido en salsa de maní, acompañado de yuca y plátano verde.
Algunos sitios de descanso
- Ola Alemana: Ubicado vía Daule, Muisne. Hay habitaciones disponibles desde $15 por persona la noche.
- Hostal Té de Menta: Está en la calle Manabí y malecón de la playa, en Muisne. Dispone de habitaciones desde $25 por persona la noche.
- Seaside Graden Ecolodge Mompiche: Localizado en Mompiche Playa, vía a La Mancha. El hospedaje tiene un costo de $45 por persona.
- Mompiche Island Hostel: Se encuentra a 3 kilómetros hacia el norte por la playa, cruzando el río Mompiche, vía a La Mancha. El hospedaje tiene un costo de $35.
- La Caleta: Se ubica en la calle Gaviota, manzana 236, lote SL7, en Mompiche. El precio de las habitaciones es de $30 por persona la noche.
¿Cómo llegar?
Muisne se encuentra a 88 km al sur de la capital provincial Esmeraldas, por la vía Atacames. Desde esa ciudad se avanza por la vía Atacames-Pedernales hata la Y de Muisne y se avanza por una vía asfaltada de 19 kilómetros. Ahí se deja el vehículo y se cruza el puente peatonal o usa botes.
Se puede llegar también desde Pedernales, por la vía a Esmeraldas, a 0 kilómetros está la Y de Muisne.
Desde Quito, Guayaquil y Esmeraldas hay buses directos con destino a Muisne. (I)
