A 20 minutos de Quito se encuentra el cantón Rumiñahui, un valle privilegiado por su riqueza histórica, patrimonial, paisajística y étnica; con clima primaveral, exquisita gastronomía y un corazón grande para dar la bienvenida a sus visitantes, ideal para hacer turismo de diverso tipo.
En su territorio hay monumentos como el del Colibrí, el Maíz y la Resistencia, íconos del Valle de los Chillos, la zona considerada exclusiva en el este de Quito.
Sangolquí es la cabecera cantonal de Rumiñahui y cuenta con calles donde están talleres de artesanías y oficios que han pasado de generación en generación. Su centro histórico e iglesia matriz son el corazón de la localidad, donde se aprecian casas de adobe con techos de teja, balcones y ventanas con colorido, tradición e historia.
En la jurisdicción cantonal hay un río y elevaciones que permiten el contacto con la naturaleza entre pajonales y bosques. Además, la aventura tiene lugar en la práctica de escalada, canopy y senderismo a lo largo del río Pita.
Atractivos singulares
Por las noches el centro de Sangolquí tiene gran concurrencia. Los turistas disfrutan de cada rincón del sitio.
En Sangolquí hay atractivos singulares, entre ellos la iglesia matriz con su cripta y el parque Juan de Salinas, que conservan la esencia del cantón Rumiñahui. Ambos lugares han logrado conjugar su historia y tradición en espacios que brindan arte, alegría y exquisita gastronomía.
En sus alrededores se sitúa un conjunto arquitectónico compuesto por casas centenarias que iluminan con colores el marco del parque. Sus fachadas decoradas con plantas ornamentales, ventanas de madera y techos de teja hacen de este un sitio patrimonial.
Sus comercios y restaurantes permiten un recorrido por sus oficios tradicionales donde se destaca la elaboración de sombreros y joyas preciosas. Luis Pinargo, artesano, dice que a Sangolquí se dan cita los turistas que desean adquirir un sombrero a su gusto y preferencia.
“Nosotros nos especializamos en la realización de sombreros que tiene un proceso casi ritual con técnicas modernas y que luego pasan a una repisa a la que llega el color de preferencia. Cada uno de ellos tiene un valor que fluctúa entre $ 5 y $ 25”, asegura el artesano, quien añade que las prendas son exportadas a Europa.
Agrega la presencia de museos, entre ellos el Kigman, una antigua posada. También destaca el mausaleo en honor al prócer Juan de Salinas como un destino obligado, lleno de historia y tradición.
Aventura y naturaleza
Sus cascadas son unos de los destinos preferidos por las personas que llegan a hacer turismo en Rumiñahui.
Los turistas que llegan a Rumiñahui para hacer turismo sienten la naturaleza cuando practican senderismo, visitan cascadas, realizan escalada y otras actividades.
Juan Colcha, guía de turismo, presenta varias opciones, entre ellas, la cascada Villatuña ubicada a 17 kilómetros de Sangolquí. Este es un atractivo que cuenta con un circuito de caminata de una hora y media y finaliza en un puente sobre el río Plata, donde observa la flora y fauna del sitio.
“La cascada Villatuña es visitada cada fin de semana por 10 o 15 escaladores que disfrutan del paisaje, naturaleza y adrenalina que provoca el deporte”, acota.
Dice que aparte de observar la imponente caída del agua, también hay otra gran cascada de nombre Pita, que tiene una altura de aproximadamente 60 metros y está rodeada de restaurantes y un área designada para camping.
Otro de los atractivos a conocer en el cantón Rumiñahui es la cascada Kimsa, en la reserva ecológica Molinuco. El guía detalla que, en la parte superior, la cascada se divide en tres chorreras. Es un sitio ideal para actividades como cabalgata, natación, ciclismo, canopy y pesca deportiva.
“Kimsa significa tres en wichwa. La cascada tiene una caída del agua con una altura de 60 metros donde, según la puesta del sol, se observará un hermoso arco iris y desde el puente colgante los turistas disfrutan de la refrescante llovizna como producto del golpe del agua”, añade.
Colcha exterioriza que cada una de las citadas cascadas facilitan la práctica de deportes de aventura con precios desde $ 10, $ 15, $ 25 y $ 35. Él recomienda escalar en el cañón del río Pita, un lugar que cuenta con 55 vías de escalada en diferentes niveles, bajo, medio y alto.
El guía invita a participar de la ruta de los volcanes, a la que se accede por la parroquia Rumipamba como un camino más corto para llegar al Parque Nacional Cotopaxi, donde los visitantes pueden escalar y disfrutar del hermoso paisaje que ofrecen los nevados, páramos y valles.
Fiesta del Maíz y el Turismo
La fiesta mayor de Rumiñahui es en homenaje a la cosecha y esta relacionada con las celebraciones prehispánicas.
Gabriel Tinta, otro de los guías, relata que la temporada vacacional (de agosto a septiembre), en la Serranía ecuatoriana coincide con la celebración popular más importante de este cantón, la Fiesta del Maíz y el Turismo.
Ambas se festejan con eventos masivos como el desfile del chagra, con la participación de unas 1.200 jinetes; hay toros populares, concurso de lazo y más actos. Mientras que en el Desfile del Maíz participan decenas de autos clásicos y carrozas que conducen a las soberanas de diversas ciudades y provincias del país.
Esta gran fiesta data desde hace 63 años, tiempo en el que se realizó una fastuosa feria que organizaron los artesanos y emprendedores para exhibir productos confeccionados a mano, y sobre todo, el maíz de Chillo, reconocido por su grano de exquisito sabor y gran tamaño.
Su propio plato estrella
El plato símbolo de Sangolquí es el hornado de chancho, que se diferencia de otras zonas porque se acompaña de choclo.
En los alrededores de su centro histórico se destacan otros atractivos singulares como las típicas huecas donde los sabores del hornado, cuy, el cariucho y otras delicias preparadas con productos andinos conquistan todo paladar. Sin embargo, el platillo más destacado es el hornado, que lo ofrecen varios restaurantes y picanterías.
Martha Llamuca, comerciante gastronómica, dice que los habitantes de Rumiñahui poseen técnicas de cocción que le dan al cerdo un sabor único, pues se lo prepara en horno de leña. “Aplicamos la técnica de las abuelas o ancestros para darle un valor agregado, sano y nutritivo”, comenta.
Agrega que el plato de hornado se compone de tortillas de papa, mote, maíz tostado, choclo, maduro y agrio (aderezo). Martha indica que el precio del plato es de $ 3,50 el normal, $4,50 el mixto y $ 5,50 el súper mixto.
Hospedaje
Sangolquí dispone de muy pocos sitios de hospedaje; tienen precios de $ 15 hasta $ 35. Aquí más detalles:
- 3 hostales: 2 de segunda categoría, 1 de tercera categoría.
- 2 hostales residencia: 1 de segunda categoría y 1 de tercera categoría.
- 4 hosterías de primera categoría.
- 11 pensiones: 3 de segunda categoría, 8 de tercera categoría. (I)