En Montañita, Salinas y demás balnearios de la provincia de Santa Elena rige un toque de queda desde las 01:00 hasta las 05:00. Entonces, los establecimientos turísticos y otros deben suspender las celebraciones a esa hora durante el feriado de Viernes Santo. Esta medida es rechazada por el sector turístico peninsular.
La medida, parte del estado de excepción dictado por el Gobierno a inicios de esta semana y que estará vigente por 60 días, incluye además a la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), en Guayas, y en la provincia de Los Ríos.
Durante la época de feriados o en la temporada de playera, que está por culminar, balnearios como Salinas y Montañita registran un alto movimiento nocturno, sobre todo esta última donde visitantes nacionales y extranjeros se divierten hasta casi el amanecer.
Aunque aquello ha generado excesos, como en el pasado feriado de Carnaval. En Salinas se dieron hechos bochornosos que se volvieron virales y, entonces, se pidió medidas de control y restrictivas,
Rechazo a la restricción
Carlos Abad, presidente de la Cámara de Turismo de Santa Elena, exterioriza su preocupación y desacuerdo con la restricción de movilidad. Él aclara no estar en contra del estado de excepción, ya que así habría más presencia de la fuerza pública en lugares concurridos dentro de la provincia, lo cual favorece a la seguridad del turista.
“Con tanta inseguridad no viene nada mal contar con mayor fuerza de seguridad y control incluso para la tranquilidad del turista en estos tiempos de zozobra”, acota.
Sin embargo, asegura que su incomodidad se debe al toque de queda durante la madrugada en días de asueto nacional. El dirigente manifiesta que la medida tuvo que enfocarse a favor de las zonas críticas, ya que la disposición afectará al turismo, sector golpeado por diversas calamidades.
“Los dirigentes del gremio apoyamos el estado de excepción, pero reiteramos que el limite de horarios de movilidad afecta a los negocios y trabajadores. Cada vez estamos más cuesta abajo”, dice.
Atacar los focos infecciosos
Luis Tenempaguay, vicepresidente de la Cámara Provincial de Turismo de Santa Elena, indica que el sector productivo no está de acuerdo con el toque de queda, porque el gobierno debería atacar los focos infecciones de la zona, especialmente en el cantón La Libertad, ya que registra problemas de sicariatos y robos.
Los restaurantes, bares y discotecas de los balnearios de Santa Elena se dicen afectados con otro toque de queda.
“Esta demás el toque de queda en toda Santa Elena. No debería haber hecho aquello, porque va a afectar demasiado al turismo aun cuando la mayoría de los balnearios de la zona norte no tienen registros de hechos violentos”, expresa el empresario turístico.
Tenempaguay agrega: “No estamos rechazando la seguridad; al contrario, queremos que prime la seguridad para la paz y tranquilidad del turista, pero lo que sí no aceptamos es un toque de queda más para estos días de feriado en donde esperábamos recuperarnos después de tanto oleajes y aguajes”, afirma.
Sostiene que para quienes gusten visitar la provincia para los días del feriado, en Santa Elena habrá movilización de las tres ramas de las Fuerzas Armadas, además de la Policía para que realicen patrullajes constantes.
Otra opción realizada de manera formal es la asignación de 400 policías, además de que se les otorguen los recursos necesarios para cumplir sus funciones.
Un llamado de atención
Ambos directivos solicitan al presidente Guillermo Lasso que se elimine el toque de queda en Santa Elena, pues afecta a todos quienes se dedican a la actividad turística, desde cocteleros, hoteleros, restaurantes y lugares de diversión nocturna, etc. Además piden al gobierno militarizar las zonas turísticas de la provincia.
Personal de los entes turísticos empiezan a recaudar firmas para presentar el manifiesto ante las autoridades de la provincia, entre ellos la Gobernación.
Los operadores turísticos habían mostrado su esperanza de que el feriado de Viernes Santo iba a ser beneficioso para la Península, que hace tres semanas también se vio afectada por oleajes intensos y otros fenómenos naturales.
Este feriado es uno de los que cierra la temporada playera, marcada justamente por efectos del intenso invierno. (I)