En la pendiente de una montaña verdosa está la comunidad Tolte, cabecera de la parroquia Pistishi, cantón Alausí. Aquí, el turismo comunitario se ha convertido en sustento para los lugareños, pues cuenta con un mirador único hacia el cerro Nariz del Diablo y la confluencia de los ríos Alausí y Tula, que forman el Chanchán.
Tolte tiene ese mirador, un restaurante comunitario, un sendero señalizado para descender unos 600 metros por el cerro, además de una granja con frutales y animales como cuyes. Es un enclave del turismo en Alausí.
La ONG Maquita apoyó para desarrollar el turismo comunitario de la comunidad Tolte, en Alausí.
La ubicación estratégica de Tolte es clave para atraer al turismo a Alausí. Desde aquí se aprecia el zigzag de la ruta del tren Nariz del Diablo, que tiene el título de Monumento Civil y Patrimonio Histórico Testimonial Simbólico, una joya apreciada en todo el mundo, uno de los atractivos más nombrados del Ecuador, pese a que el tren está parado desde hace más de tres años.
El cerro por el que desciende la ruta férrea tiene forma de nariz. Es una roca casi perpendicular. Como la construcción de esa línea férrea, en 1901, fue tan difícil y se dice que murieron cientos y hasta miles de obreros traídos incluso del extranjero, se lo bautizó como Nariz del Diablo. En el pie de la montaña está la estación Palmira, abandonada.
Mirar desde Tolte ese tramo del tren olvidado es como apreciar una postal o un video con tomas panorámicas. Por eso llega el turismo nacional y extranjero, aunque con una para total desde el 26 de marzo de 2023 por el deslave que arrasó un barrio de Alausí, cortó la vía a Riobamba y dejó un saldo de 52 muertos y una treintena de desaparecidos.
Dada su condición de mirador de la Nariz del Diablo, con el apoyo de la ONG Makita se hicieron adecuaciones, se dotó de infraestructura y Tolte maneja el turismo comunitario y se constituye en un ejemplo en Alausí.
La ruta del tren por Nariz del Diablo se aprecia en toda su magnitud desde la comunidad de Tolte.
Participación comunitaria
En Tolte, la comunidad está organizada y tienen hasta un grupo de danza para deleitar a los turistas.
Un grupo de danza formado por los lugareños de Tolte recibe al visitante con alegría en el patio de la casa comunal, que tiene como fondo una pared con un mural sobre el paso del tren por la Nariz del Diablo, el ícono del turismo en Alausí. Hay un escenario para tomarse fotos con el nombre Pistishi y atrás la ruta del tren por el cerro.
Para quien no se conforma con solo llegar al mirador, hay un sendero con gradas, que desciende entre plantas y flores hasta otra ubicación desde donde se aprecia la majestuosidad de la ruta férrea y sus componentes. También se admiran los cerros del sur de Chimborazo, que se confrontan en el cañón del río Chanchán en su camino a la costa, al mar, por el río Guayas.
“Invitamos a que nos visiten, aquí tenemos variedad de actividades, tenemos cabalgata, ruta ciclista, comida tradicional. Que nos ayuden a esta comunidad, en nuestra finca comunal tenemos frutas de toda clase y extranjeros también llegan bastante, que nos ayuden a reactivar”, afirma Ricardo Domo, presidente de la comunidad Tolte.
Restaurante Nariz del Diablo
El restaurante mirador ofrece una vista única hacia la obra grandiosa del siglo pasado, la ruta del tren.
Como suspendido en la montaña, con unos amplios ventanales de vidrio que facilitan una vista panorámica al cañón del río Chanchán y parte de la ruta férrea, funciona el restaurante Mirador Nariz del Diablo, establecimiento comunitario de Tolte.
Es el sitio donde se alimentan los turistas, donde se puede tomar una bebida caliente cuando las nubes cubren el sector y el frío cala los huesos.
Estefanía Sauces es la administradora. Ella detalla el menú: “El plato típico de aquí, la especialidad de la casa es un puré de zanahoria con filete de pollo en salsa de pepa de zambo, y ese es el plato fuerte que viene acompañado con una ensalada. Ofrecemos sopa de zapallo que es algo también de aquí, orgánico; de postre, el cake de chirimoya, una fruta de acá”.
Además se ofrece comida gourmet y platos internacionales, dada la presencia de extranjeros. Eso sí, con precios más altos. “Para los nacionales hay comidas típicas desde 4 dólares el plato en adelante y para los extranjeros, como nosotros trabajamos con operadoras, tenemos platos de $ 8, $ 10 y $ 12, dependiendo el plato”, señala Sauces.
Otras actividades
Un paseo por Tolte incluye la experiencia de descender hacia la estación de Sibambe. La ruta tiene flores y se la cuida.
Los paseos en la finca comunitaria se dan por los árboles frutales. como aguacates, limones, mandarinas y una serie de legumbres. Hay producción lechera, chanchos y criaderos de cuyes.
Angélica Guaylla es la encargada de este espacio y dice que el personal tiene toda la paciencia para explicar a los visitantes sobre lo que allí tienen. Lo que más llama la atención de los visitantes es el criadero de cuyes. Se los ve cerca y se escucha su ronroneo.
¿Cómo llegar?
Una gran parte del turismo nacional que llega a Tolte es de Guayaquil y de Cuenca.
Desde Guayaquil es recomendable tomar la ruta Durán-El Triunfo-La Troncal-Shud-Chunchi. Desde esta última localidad se avanza unos 10 kilómetros por la Panamericana hasta la entrada a Pistishi y se ingresa unos 5 minutos. Tiempo estimado de viaje, 2 horas 45 minutos.
Desde Cuenca se toma la vía Panamericana norte hasta Chunchi y de ahí la ruta señalada. Tiempo estimado de viaje, 2 horas.
De Quito, por la Panamericana sur, se debe pasar Riobamba hasta los páramos de Guamote y de ahí, actualmente, tomar las rutas alternas debido al deslave de Alausí. Tiempo estimado, 6 horas. (I)