Uno de los puntos obligados para disfrutar de la naturaleza al llegar a la provincia de Imbabura, en el norte del territorio ecuatoriano, es el lago San Pablo, el más grande del Ecuador. Este se encuentra prácticamente a los pies del volcán Imbabura, que tiene una altura de 4.621 metros.
“El lago San Pablo, conocido por los pueblos indígenas de la localidad como Imbakucha (lago de preñadillas), posee un área de 3,5 x 2,2 kilómetros, que cubren alrededor de 583 hectáreas, con una profundidad aproximada de 83 metros y a una altura de 2.660 metros sobre el nivel del mar”. Estos datos se detallan en un letrero al ingreso del muelle flotante de Cachiviro, por la parroquia San Rafael.
Alberto Caiza, miembro de la asociación Rey Mola Cocha de la comunidad de Cachiviro, explica que desde hace aproximadamente cinco años se asociaron los lugareños para brindar servicio turístico a quienes buscan disfrutar de aventuras en este escenario natural.
Destaca que uno de los principales atractivos es el paseo en botes, globos acuáticos y balsas de totora, estas últimas con capacidad para dos personas, quienes tienen que remar para avanzar por las aguas del lago.
Para las travesías en las balsas de totora por 30 minutos, el costo es de $10; para quienes les gusta algo más relajante y sin mayor esfuerzo, se tiene el barco de tres pisos con un costo de $ 3 por persona la media hora; en tanto que en botes pequeños el costo es de $ 2.
Caiza manifiesta que la pandemia del COVID-19 también les golpeó muy fuerte, porque el turista no podía llegar con tranquilidad a disfrutar del lago, pero que en la actualidad el panorama está mejorando porque la gente busca de lugares al aire libre y naturales para salir a pasear. Detalla que reciben alrededor de 3.000 personas por fin de semana y se duplica el número en los feriados.
En la zona del muelle también se puede disfrutar de platos típicos como fritada, caldo de gallina, tilapia, morochos, colada morada, empanadas de viento con queso, mollejas asadas y almuerzos, con precios de entre $ 2 a $3.
Sentarse a las orllas del lago San Pablo permite sentir un relax inigualable. Los patos silvestren llegan a juguetear.
Cómo llegar
Si se va en bus desde Quito, se puede tomar las unidades Trans Otavalo o Los Lagos y quedarse en la parroquia San Rafael, en la Panamericana, para caminar por alrededor de diez minutos para llegar al lugar de embarcadero.
Si toma buses cuyo servicio es directo y no dejan ni recogen pasajeros en el camino, se tiene que llegar a Otavalo y luego coger taxi, que por $ 4 llevan hasta el muelle Cachiviro.
Alberto Caiza destaca que la clave del lago San Pablo es que su agua no es contaminada, que no se queda estancada porque sigue su cauce para desembocar en la cascada Peguche, otro atractivo de la zona.
Horario
La atención en el muelle para paseos por el lago San Pablo en Imbabura, los sábados y domingos, se ofrece desde las 09:00 a las 19:00. (I)
