Turistas nacionales y extranjeros hacen de El Panecillo un sitio de visita obligada. La virgen tiene su historia y fue armada por partes. Foto y video Piero Olmos

Majestuosa e imponente luce la imagen de la Virgen de El Panecillo, por su tamaño y diseño. Desde varias partes de la ciudad se puede apreciarla, pues se encuentra en el corazón de la urbe, a 3.000 metros sobre el nivel del mar. Con su profunda mirada hacia el norte de la ciudad y con su mano derecha elevada invita a los turistas nacionales y extranjeros a visitarla y a conocer más sobre su historia.

Llegar hasta la cumbre es sencillo, ya sea en transporte público o privado. Desde el Centro Histórico, el viaje dura 10 minutos. En la cima, la enorme imagen deslumbra a los visitantes, ya que al mirarla parece que su corona se une con las nubes.

El monumento reposa sobre una base que mide 11 metros y medio y sobre éste un enorme globo, que representa al mundo. Encima se encuentra una serpiente, que es aplastada por los pies de la Virgen de El Panecillo, que mide 41 metros. Los visitantes pueden ingresar hasta el globo terráqueo, como una experiencia inolvidable.

Vistas desde cada piso

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Las alas de la virgen de El Panecillo miden 90 metros y fueron armadas en tierra antes de ponerlas en su lugar.

En el primer piso se encuentran las réplicas de las iglesias del Casco Colonial de Quito y en los ventanales resaltan unos hermosos vitales con imágenes religiosas. En el segundo piso existen fotos de la construcción del monumento y piezas a escala.

En el tercer piso está el mirador, desde donde se aprecia el Centro Histórico, las cúpulas de los templos religiosos, los techos de teja de las casas coloniales, así como las faldas del Pichincha. Además, una parte del Quito moderno, el Itchimbía y algo del sur de la ciudad. Una vista privilegiada para admirar los volcanes que rodean a Quito y el vertiginoso crecimiento urbanístico.

Traída de España, en partes

La virgen de El Panecillo

Las alas de la virgen de El Panecillo miden 90 metros y fueron armadas en tierra antes de ponerlas en su lugar.

La obra es de aluminio y cada una de las 7.400 piezas fue enumerada para el ensamblaje. Las alas, que miden alrededor de 90 metros, fueron armadas en tierra y luego se colocaron en el cuerpo del monumento con mucha laboriosidad. La corona está compuesta por 12 estrellas, que representan a los 12 apóstoles o las 12 tribus de Israel. En sí, la imagen es la representación de que el bien triunfó frente al mal, muestra de ello es como la virgen sostiene con una enorme cadena la cabeza de la víbora.

El rostro de la escultura al igual que el resto de partes fueron traídas desde España. El peso de la estatua es de 124.000 kilogramos. Fue inaugurada el 28 de marzo de 1975 y ocupa el lugar 58 entre las imágenes más altas del mundo, incluso es más grande que la escultura de El Cristo Redentor, el ícono de Brasil.

¿Qué más hacer en este lugar?

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A pocos metros del monumento hay  locales de  artesanías, como el de la comerciante Ana Ugsha. Foto Martha Flores.

Además de visitar el monumento, en El Panecillo, los turistas tienen varias opciones para el esparcimiento. Pueden recorrer los senderos a pie o dar un paseo a caballo con un guía, así como tomarse una fotografía con la alpaca de nombre Paquito, junto a su propietario David Puruncajas, quien viste el traje típico de ‘Diablo Huma’. Cada foto cuesta un dólar.

A pocos metros del monumento se encuentran varios negocios de artesanías, donde encontrará diversidad de artículos para la decoración, prendas de vestir, juguetes tradicionales, etc. Ana Ugsha, comerciante, cuenta que los turistas tienen diversidad de opciones y los precios oscilan entre un $1 y $ 80, como un cuadro pintado en acrílico sobre lienzo.

Otros comerciantes ofrecen novedades, como vinos artesanales de coco y mortiño. Mauricio Salazar se dedica a esta actividad. La botella cuesta entre $ 18 y $ 20. 

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David Puruncajas se viste de Diablo Huma y con su alpaca Paquito posan para las fotografías. Foto Martha Flores.

Diversa oferta gastronómica

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La gastronomía también es parte del atractivo de este sitio considerado símbolo de la capital de la República. Existen platillos para todos los gustos y bolsillos.

Gregorio Pitac prepara los tradicionales helados de paila y las dulces espumillas. Los visitantes tienen a su disposición el patio de comidas, donde encontrarán una apetitosa oferta gastronómica:

* Un asado de pollo: $ 2,50

Una hamburguesa con papas: $ 3,50

* Un helado de paila, por $ 1

* Un pincho, a $ 1,50

Si prefiere algo más elegante camine unos metros por una calle de piedra y llegará al restaurante Pin´s Panecillo. Un ambiente acogedor y conformable para degustar comida nacional e internacional. El menú ofrece entradas, platos fuertes, sopas, bebidas, entre otros manjares. Desde este lugar disfrutará del esplendor del Centro Histórico y, en las noches, las iglesias y plazas muestran la hermosura arquitectónica con las luces de diversos colores.

Para el frío no pueden faltar los calientes canelazos (agua de canela con azúcar y un poco de licor) a $ 1 el vaso. (I)

Transporte

  • Taxi desde el Centro Histórico: $ 3
  • Bus Transhemisférico (va por la avenida Córdova Galarza y Mariscal Sucre): $ 0,40
  • Bus turístico de dos pisos (recorrido por el Centro Histórico): 15 dólares adultos y 7 dólares, niños.

Horarios de visitas

  • Lunes a miércoles: 09:00 a 17:00
  • Jueves a domingo: 09:00 a 21:00

Paseos a caballo

  • De 12:00 hasta las 22:00. Puede escoger entre cinco hermosos ejemplares.
  • Precio: 2 dólares
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